Glenn Ford nos ha dejado

Glenn Ford nos ha dejado
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Un trozo de mi infancia se murió anoche. De la infancia de aquellos de mi generación que vimos un montón de películas los sábados por la tarde en la televisión cuando ésta tenía un programador que sabía lo que hacía. El gran Glenn Ford nos ha dejado. Actor mítico donde los haya aunque nunca llegó a formar parte de los grandes, pero fue una estrella con luz muy brillante. Su rostro lleno de bondad casi siempre representó los buenos valores humanos en muchos de los papeles que hizo. Eso le hizo enormemente popular, como por ejemplo su inolvidable composición para 'Un Gangster Para un Milagro', última y magistral película de Frank Capra.

Personalmente le prefiero en otro tipo de papeles, como por ejemplo el policía vengativo de 'Los Sobornados', obra maestra capital en la historia del cine, dirigida por Fritz Lang, para quien también hizo 'Deseos Humanos'. Su papel de pistolero en la impresionante 'El tren de las 3:10' del gran Delmer Daves, y de la que ahora se hace un remake (ya me imagino la dedicatoria final). Y cómo no, esa inolvidable bofetada a Rita Hayworth en la indispensable 'Gilda'. Al final de su carrera se metía en superproducciones varias, que es lo mismo que hicieron actores de su generación. Algunas valían la pena sólo por ver a grandes estrellas del celuloide, otras no tanto, pero sin duda de todas ellas la que más destaca es 'Superman', donde interpretó al padre adoptivo del superhéroe. Su última aparición cinematográfica a muchos les pasó desapercibida, pero fue en 'Superman Returns', en una escena en la que Martha Kent está en su casa y encima de un mueble se ve una foto del mítico actor.

Podría citar muchos más títulos o hablar de la importancia que tuvo 'Semillas de Maldad'. Pero en cuanto pueda pienso revisionar alguna de sus películas a modo de homenaje particular, ya que las podridas cadenas de televisión se han olvidado de hacer ese tipo de cosas. Se desconocen las causas de su muerte, pero probablemente haya sido debido a que ya iba muy mayor (90 años) y arrastraba problemas cardiacos. Alejado en sus últimos años de las cámaras dedicaba su tiempo a la cría de caballos en su rancho, al igual que muchos de los personajes a los que dio vida en infinidad de westerns. Hasta siempre, Glenn, cabalga tranquilo hacia el ocaso. Y gracias.

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