En el cine tiene uno la mala costumbre de dar por sentados a ciertos secundarios porque los reconocía en muchas películas, y lo siguió haciendo, e incluso los descubrió luego en sus comienzos. Los da por sentados no porque no reconozca el tiempo, sino porque ignora la muerte, que al final solamente es uno de los trámites del tiempo, y ni siquiera el primordial.
A mi me había pasado esto con Dennis Farina, que nació en Chicago en 1944 y que ha fallecido hoy de un embolismo pulmonar en un hospital de Scottsdale, Arizona. Trabajó como policía en su ciudad natal como oficial de la división de robos entre 1967 y 1985 y desde entonces se dedicó a ser actor a tiempo completo.
Los cinéfilos más jóvenes tal vez recuerden a Farina como el gángster judío que aparecía en 'Snatch: Cerdos y diamantes' (Snatch, 2000) registro cómico que empezó a cultivar lenta pero inexorablemente en la década anterior, la de los noventa, y que encontraría en la película de Guy Ritchie una divertida vertiente. Haciendo de mafiosillo, Farina había encontrado ya un papel muy emblemático en la divertidísima 'Como conquistar Hollywood' (Get Shorty, 1995) o en el muy peligroso Jimmy Serrano de 'Huida a Medianoche' (Midnight Run, 1989), un clásico ochentero que no ha encontrado una nueva audiencia en la cinefilia reciente.
Los amantes del cine de Michael Mann sabrán que Farina era el rostro secundario de sus series de televisión, desde 'Corrupción en Miami' (1984-1989) hasta 'Luck' (2011-2012) pasando por algunas de sus películas, como la espectacular 'Ladrón' (Thief, 1981). En un papel protagónico, Farina brilló en la infravalorada y poco recordada 'Crime Story' (1986-1988) gema televisiva que no parece encontrar su lugar en un canon televisivo que a veces parece escrito desde el año dos mil y por gente que antes, sencillamente, no veía demasiada televisión, ni toda.
Su rol televisivo mayor en los últimos años fue uno que no obtuvo demasiada resonancia entre la audiencia norteamericana, el de detective en 'Ley y Orden', el longevo serial policíaco que no hizo de Farina un satisfactorio reemplazo del popular Jerry Orbach. Daba lo mismo, porque intentaría continuar con su labor como cómico, en papeles como 'Algo pasa en las Vegas' (What Happens in Vegas, 2008) o en la serie 'New Girl' al lado de Zooey Deschanel.
Farina no era un actor especialmente variado en sus registros, y fue siempre o policía o delincuente, como seguramente fue el mundo laboral agitado que lo vio desarrollar su vocación de actuación. Pero cada uno de sus policías, alejado de los actores del método que quieren interpretar al matiz del ser, era un policía cualquiera y en eso ya no quedan demasiados: personas dispuestas a ser cualquiera, actores que quieran ponerse en la piel común de los que rodean, protegen, desvalijan o salvan la noche en nuestras ciudades.
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