La secuela de 'Deadpool' acaba de perder a su director. Tim Miller, que debutó en el cine con la adaptación del cómic de Marvel, ha abandonado el proyecto de 'Deadpool 2' por diferencias creativas con Ryan Reynolds. Ambos fueron los principales responsables del éxito de la primera parte, y el divorcio es muy mala noticia tanto para los fans como para 20th Century Fox.
Según afirma TheWrap, Miller y Reynolds no se ponían de acuerdo con el tono de 'Deadpool 2'; el director apostaba por algo más estilizado y el actor prefería no cambiar nada. El conflicto que les ha separado del todo ha sido el casting de Cable, la gran novedad de la secuela. Miller quería a Kyle Chandler para el papel; Reynolds se opuso y recibió el apoyo del estudio. Al quedarse solo, el realizador les dijo: HASTA LA VISTA, BABY.
En principio, Chandler no encaja demasiado con Cable, pero no sabemos qué tenía en mente Miller y no sería la primera vez que un personaje de cómic acaba en manos de un actor inesperado y resulta ser un acierto (tampoco sería la primera vez que sale mal, y me refiero a Jesse Eisenberg como Lex Luthor). Por cierto, también estaban ya seleccionado actrices para otro personaje clave de la secuela, Domino.
Lizzy Caplan, Mary Elizabeth Winstead, Sienna Miller, Sofia Boutella, Stephanie Sigman, Sylvia Hoeks, Kelly Rohrbach, Eve Hewson, Ruby Rose y Mackenzie Davis están en la lista de favoritas. Cabe destacar que, además de protagonista, Reynolds es productor de las adaptaciones de Deadpool y en su contrato figura que debe aprobar cualquier fichaje. Espero que acierten con el sustituto de Miller; con el proyecto ya avanzado y el estreno previsto para 2018 no será fácil.
Al parecer, Fox quiere mantener a Miller en su plantilla y le ha ofrecido otro gran proyecto, la adaptación de la novela 'Influx', de David Suárez. Más vale que le ofrezcan un buen cheque, Marvel y Warner deben estar ya con la caña de pescar...
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