Aunque en los últimos años está algo de capa caída, realizando, principalmente, televisión, Daniel Calparsoro gozó de una inmensa fama hace apenas una década o dos. Durante los años noventa recibió la aclamación del público más joven por el acercamiento al cine que escogió. Aportaba una visión supuestamente novedosa, con una manera de rodar enérgica –muy basada en la steady-cam– y rompedora dentro del adocenado cine español, lo cual, como ya se sabe, siempre se recibe con los brazos muy abiertos, quizá más de lo que dicta la lógica. Films como ‘Salto al vacío’, ‘Pasajes’, ‘A ciegas’, ‘Asfalto‘… se encumbraron muy por encima de sus méritos. Pero, como suele ocurrir con estos fenómenos, su estrella brilló brevemente y ya entrado el siglo actual, Calparsoro se vino abajo vertiginosamente.
En la década de 2000, realizó ‘Guerreros’, ‘Ausentes’ y, tras comenzar una andadura televisiva con ‘El castigo’, rodó ‘La ira’ en 2009, para continuar con ‘La vergüenza’ y ‘La ley de las ánimas’, telefilmes o miniseries que recreaban historias reales, pero no por ello menos terroríficas que las que se suelen inventar para la ficción.
Ahora, por fin, parece que regresa a la gran pantalla, con una producción digna de la fama que tenía en sus comienzos. El día 2 de noviembre arrancó en Canarias el rodaje de ‘Invasor’, un thriller, con altas dosis de acción, cuyo guión ha sido escrito por Javier Gullón y Jorge Arenillas, a partir de la novela homónima de Fernando Marías. Alberto Amman, Antonio de la Torre, Karra Elejalde e Inma Cuesta componen el reparto.
Pablo es un médico militar español, destinado en una misión internacional, que, tras un atentado que casi le cuesta la vida, regresa a casa convaleciente. Al recuperar la memoria de lo ocurrido, Pablo sospecha que le están escondiendo información sobre las circunstancias del atentado y, a pesar de la presión de los altos mandos, se niega a secundar la versión oficial, poniendo en peligro su seguridad y la de su mujer y su hija.
El argumento no suena nada mal y Fernando Marías, que también ha sido guionista y ha visto otras de sus novelas trasladadas al cine, es un autor con una gran imaginación, que siempre encuentra historias entretenidas que contar y sabe mantener la intriga y la atención del lector. Si la adaptación se ha hecho con habilidad, es más probable que de aquí vaya a surgir una película muy interesante.
Vía | Por la red.
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filmman
Supongo que este proyecto encaja para bien en lo que alguien comentó el pasado mes, sobre que las cinematografías europeas no pueden sobrevivir si no se definen en el cine de género, como desde hace tiempo hacen franceses e ingleses en varios de ellos. Puede estar bien, un thriller adaptado a nuestro entorno social. Creo que este es un buen camino, el mismo que cogió 'No habrá paz para los malvados'.
Un saludo.
Usuario desactivado
Lo cierto es que hay mucha confusión en las ideas que suele tener la gente para "arreglar" el cine español. Casi siempre se está comentando lo que se tendría que hacer: que si el cine español tendría que hacer más películas de género, que si tendría que abandonar los temas de siempre... Me parece a mí que la cuestión no es de qué vayan las películas que se hagan, sino de hacerlas bien. Y no me refiero con hacerlas bien a que haya más talento del que hay, sino a tomárselas en serio y a producirlas de forma profesional, para lo cual, entre otras cosas, es necesario pagar a todo el mundo lo que exigen los sueldos de los equipos de rodaje y no dejar impagos o pedirle a la peña que curre gratis por el bien de la película.
Lo de decir que solo se tendría que hacer cine de género me parece erróneo, ya que en ese tipo de cine es donde menos podemos competir. Para empezar, es lo que más hacen los norteamericanos y ellos lo hacen con mayores presupuestos y mejores aparatos de producción. Que haya pelis de género porque a alguien le apetece hacerlas, está genial. Pero que se pase todo el mundo a hacerlas como si eso fuese la panacea, no lo veo. Si lo que se quiere imitar de los estadounidenses es la capacidad de que las películas sean taquilleras, tampoco es necesariamente la mejor manera. Sobre todo porque, ahora esas pelis tienen un enorme éxito, gracias a que son excepciones dentro de lo que es el cine español, pero si todo el mundo las hiciera, es decir, se rodasen 120 ó 140 películas de género al año, no habría demanda para tantas. Y si lo consideramos como una forma de que el cine mejore en calidad, dudo de que sea el camino, sí lo puedo entender como forma de que sea más atractivo, pero no la considero la única posible.
Por otro lado, si imitamos a alguien, no tendría por qué ser necesariamente a los estadounidenses. También se puede seguir la tradición europea del cine de autor. Cine que pretende aportar algo novedoso, que no aportan otras cinematografías, personal… vamos, de autor. En España se hace algo de cine de autor, pero muy poco. Ahí podríamos estar ofreciendo cosas que no las ofrece nadie y a las que nunca se llegarían si todo el mundo en España se pusiese a hacer cine de género.
Lo que se hace ahora casi siempre es una mezcla de cine comercial y cine de autor con lo peor de los dos. Se toman los preceptos del cine de autor en la manera de producirlo, es decir, en que generalmente sea una misma persona quien escriba el guion y quien la ruede se le den o no bien las dos cosas –por supuesto que habrá gente a la que ambas se le den genial–, a producir con presupuestos exiguos, sin atender a las necesidades reales, a no hacer promoción pagada… Pero no son películas auténticamente personales y diferentes, como tendrían que serlo para ser consideradas de autor. Entonces, ahí está el problema: se rueda cine pretendidamente comercial con aparatos de producción de cine de autor.
Cuando se hacen las poquísimas películas que se organizan de forma más profesional, como parece que podría ser esta que nos ocupa, los resultados suelen ser buenos y, además, exitosos, cosas que no deberían estar reñidas. Ahí tenemos ejemplos como 'Celda 211'.
Algo por lo que habría que pasar es por rodar menos películas. Está claro que esas cantidades que he dado más arriba no son absorbibles por un público que, además, va a consumir mucho cine extranjero. Por lo tanto, por mucho que a cada director/a le encante tener la posibilidad de rodar su peli, sea como sea, no creo que sea positivo que se hagan tantas películas. Sería mejor hacer pocas y con mayor dedicación, más dinero y más tiempo (que significa dinero). Empezando desde los guiones: que se dedique el tiempo necesario a escribirlos, reescribirlos, corregirlos, revisarlos… que se planifique bien el rodaje, que haya ensayos con los actores, que se ruede con las jornadas necesarias, que se permita dedicar a la pospo lo que requiera y que luego ese equipo no se meta en el proyecto siguiente, sino que espere y se dedique a promocionar el que acaba de hacer. De esta manera la mayoría de las películas no podría permitirse hacerse, pero creo que, para no hacerlo bien, sería mejor no hacerlo.
davidsimple
Creo que una película sobre unos científicos que investigan la digestión de la iguana con Paquirrín y Belén Esteban como protas me interesaría más que esto. ¿Por qué todavía hay gente que le da pasta a Daniel Calparsoro para hacer películas? Y para colmo el proyecto incluye al flojísimo Alberto Amman, al mediocre Karra Elejalde y a la ultramegalimitadísima Inma Cuesta. ¡¡¡Larga vida a Fresnadillo, Balagueró y cmpañía!!! ¡¡Abajo el gafapastismo!!