Menuda mezcla explosiva puede producirse si se juntan el enfant terrible de la literatura inglesa, Martin Amis, y el director de lo chungo y lo perverso, David Cronenberg. En un proyecto que ya ha sido anunciado, el cineasta canadiense adaptará una de las novelas más aclamadas de Amis, ‘Campos de Londres’ (‘London fields’, 1989). En un reportaje televisivo, el novelista declaraba que había retratado la realidad londinense y que él no buscaba lo sórdido, es que era sórdida.
'Campos de Londres' se inicia con una perfecta inversión del tópico: entre los detritos de Portobello, la "víctima" comienza a acechar a su "victimario", la asesinada dará caza al asesino. Vestida de negro, como corresponde a toda mujer fatal, la bella Nicola Six encuentra a su asesino en el pub local, el Black Cross, refugio de vividores, pequeños delincuentes y aficionados a los dardos. Nicola decide que la matará Keith, un estafador de poca monta, estafado él mismo por la vida, alimentado de pornografía y televisión, hijo de la Inglaterra thatcheriana, cruel y vulgar: perfecto para el papel asignado. Pero la escena del crimen no puede constituirse con sólo dos vértices, y Nicola atraerá a un tercero, Guy, el inocente aristócrata fascinado por los bajos fondos, el ángel caído que pondrá en movimiento al terrible Keith. Y quien lo contará todo es un narrador seducido y atrapado por la escena, Samson Young, un joven escritor americano mortalmente enfermo y, quizá, mortalmente estéril… A pesar de que los dos autores tienen en común la sordidez, no creo que sean tan adecuados el uno para el otro como aparentemente podrían parecer. Cronenberg retrata mundos más enfermizos y complicados, más retorcidos emocionalmente. Amis está más con lo “tirado”, lo “acabado”. Martin Amis es un estilista consagrado. Es un autor al que todo le da igual. Le da igual su lector. Le da igual lo que pueda decir de él la crítica o sus colegas literatos, que lo denostan y evitan siempre que pueden.
Martin es el hijo del también escritor Kingsley Amis, que tiene un estilo completamente diferente. En su autobiografía ‘Experiencia’, relata lo que ha significado para él ser descendiente de un célebre autor. Además, el propio Martin Amis ha sido actor, así que podría perfectamente interpretar un papel en la película de Cronenberg o tener, al menos, un pequeño cameo.
Para la protagonista, se probó con Minnie Driver ('Heat'), muy poco explosiva, en mi opinión, para el papel. No tengo aún noticias de si se han decidido por el reparto.