En la ya larga lista de disparates cometidos por los programadores de Televisión Española en los últimos tiempos, la peripecia de One Tree Hill, un drama juvenil de cierto éxito en Estados Unidos que acaba de completar su tercera temporada, merece su hueco particular. Tanto es así que la serie sigue sin tener fecha de estreno más allá de los etéreos próximamente y este verano de la página web de RTVE y finalmente Warner Bros. se ha hartado de esperar y ha decidido de forma insólita editar, aunque esté inédita, la primera temporada en DVD, a la venta desde la semana pasada.
One Tree Hill probablemente no gane Emmys, pero eso tampoco le sirvió a El ala oeste de la Casa Blanca para recibir mejor trato por parte de unos programadores para los que la ficción norteamericana es masilla con la que cubrir huecos en una parrilla que a estas alturas ya es un colador. Pero es un programa digno que ha logrado un culto en España a pesar de que la serie nunca se ha emitido aquí (véase por ejemplo One Tree Hill Spain), una oportunidad desaprovechada que anticipa el futuro negro que espera a algunos si no aprenden de una vez a respetar al espectador / contribuyente.
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