A pesar de que los números siempre se muestran favorables a las franquicias, una de las ventajas que tiene el cine de terror es que no necesita tirar constantemente de viejos títulos o propiedades intelectuales para ir generando éxitos o films de culto. Pero ya sabemos como es Hollywood, los números más visibles mandan, así que toca dilapidar dinero en lo de antaño.
Pero claro, no siempre resulta, porque el espectador de terror tiene también una fuerte base juvenil a la que puede ser imposible venderle la importancia de añadir un nuevo título a una franquicia iniciada hace 50 años. Con ‘La noche de Halloween’ se vio un exitazo momentáneo que se ha visto decreciendo con cada entrega de su trilogía, pero con ‘El exorcista: Creyente’ hemos visto de verdad las limitaciones de la estrategia.
Creer o no creer
Al igual que el reboot reciente de Michael Myers, este resurgir del clásico de William Friedkin vino de mano de la sociedad de Blumhouse con el director David Gordon Green. Supuestamente conectada únicamente con la cinta original, la película se llevó unas críticas atroces y una recaudación poco satisfactoria para la inversión realizada (400 millones sólo en conseguir los derechos). Ahora espera una segunda oportunidad con su llegada al streaming a través de SkyShowtime, mientras llega el giro de tuerca prometido en la secuela con Mike Flanagan.
50 años después del escalofriante y demoniaco suceso que vivieron Regan MacNeil y su madre Chris, una modesta población americana experimenta la misma presencia del mal. Dos adolescentes desaparecen un día en el bosque, y cuando regresan con sus familias empiezan a mostrar comportamientos coléricos que la ciencia médica no consigue explicar. Así que se recurrirá a una solución más espiritual.
‘El exorcista’ original fue todo un triunfo porque, además de ser totalmente aterradora por su combinación de atmósfera y sustos, era capaz de tenerte intrigado durante la primera hora de drama humano, donde empieza a sugerir la existencia del mal más absoluto. Green claramente busca el mismo efecto, pero falla completamente en su intento.
‘El exorcista: Creyente’: legados trastabillados
Aquí están ausentes los intentos de hacer un cínico aunque descerebrado comentario social a través del mal que marcaron su trilogía de ‘Halloween’, pero no ofrece nada más a cambio. Su narración está tan descuidada como su aspecto visual que no llega ni a producción directa a streaming con la compresión del archivo al máximo. Los bandazos de su historia, marcados por un uso de una leyenda como Ellen Burstyn que son de bochorno absoluto.
‘Creyente’ resulta una decepción hasta para aquellos que eran poco fans de las aventuras previas de David Gordon Green en el terror. Aquí desaparece por completo cualquier atisbo de personalidad, intentando sacar adelante una historia de pluralidad religiosa que ni ella misma parece creerse. Ciertamente un punto bajo en lo que se refiere a explotaciones de clásicos del terror, que prácticamente debería haber marcado el final de toda la empresa. Pero, con suerte, Flanagan igual nos calla la boca.
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