Al igual que a mi compañero Antonio, el cartel de Extrañas Coincidencias, con su jugoso reparto, enseguida me llamó la atención, pero después de leer su opinión respecto la película, decidí (prudentemente) reservarla para el DVD.
Alquilar una comedia y estar riendo de principio a fin, lo considero un golpe de suerte. Si además, no esperaba nada, más que satisfacer mi curiosidad, la sorpresa, la grata sorpresa, es doble.
Y es que, aunque difícilmente consiga explicar el por qué, Extrañas Coincidencias de David O. Russell, me ha parecido una de las mejores comedias que nos han llegado en el 2005, junto a Las Hermanas enfadadas, en la que casualmente también trabajaba Isabelle Huppert.
Partiendo como excusa, de un argumento totalmente surrealista, en el que el protagonista Jason Schwartzman, acude a dos detectives existenciales, Dustin Hoffman (que está tremendo) y Lily Tomlin, para resolver una serie de acontecimientos fortuitos, el film navega entre la metafísica y el cachondeo puro.
Las situaciones extremas a las que suele llevar la búsqueda de uno mismo, las alteraciones que sufren los personajes, en contacto, con los detectives (es decir, con sus auténticas emociones) y los diálogos, tipo ¿qué pasaría si siempre dijéramos lo que pensamos/sentimos? Generan momentos realmente divertidos, que invitan a reírse de los personajes, pero sobretodo de nostros mismos.
Como buenos ejemplos, la delirante conversación que comparten el protagonista, y Mark Vahlberg, con la (supuestamente) caritativa familia americana, que ha adoptado a un chico africano, o la reveladora transformación del personaje de Naomi Watts, que demuestra que tiene excelentes aptitudes para la comedia, pasando de modelo insustancial, a defensora aguerrida de la aceptación y la autoestima.
Así podría seguir con todas y cada una de las escenas, y lo mejor es que todas encajan, como un perfecto rompecabezas, en una historia en la que aunque parezca que predomina el absurdo, tiene más sentido que mucho de lo que se estrena últimamente.
Lo cierto es que Extrañas coincidencias es complicada de definir, de explicar, pero sencilla de ver. Precisamente consigue simplificar algunos de los principios filosóficos y dudas existenciales de toda la vida, y crear una excelente comedia con ellos.
Para abrir los ojos, las orejas, el alma, y reír hasta no poder más.