2019 va a estar lleno de promesas de servicios de streaming que acaben con todos los servicios de streaming. Mientras comprobamos si tanta embestida consigue siquiera arañar la superficie de la titánica Netflix (lo vemos difícil, pero torres más altas han caído), otras compañías sacan la artillería pesada en forma de licencias jugosas, sorpresas inesperadas o, en el caso de la aún enigmática Disney +, se aprovechan de la propia fama de ultraproteccionista de la compañía para volverlo a su favor.
Una de las prácticas más extendidas en el tiempo por parte de Disney para revalorizar su catálogo de clásicos ha sido todo lo que concierne a su "caja fuerte", o como la llaman ellos, The Vault. Es una actividad puesta en práctica desde los primeros tiempos de los formatos domésticos masificados, es decir, desde que se popularizó el VHS, y cuyo alcance llega hasta ahora mismo.
Todo eso puede acabar si se cumple la promesa del CEO de Disney Bob Iger de que Disney Plus contenga "toda la librería de largometrajes de Disney", en declaraciones recogidas por Polygon que aludían específicamente a esta práctica de la compañía: "las películas que tradicionalmente se mantenían en la llamada 'caja fuerte' y se relanzaban cada pocos años estarán en el servicio".
Pero... ¿en qué ha consistido esta práctica? ¿Cómo se las ha arreglado Disney para mantener esta dinámica que ha convertido, una y otra vez, las ediciones domésticas de sus películas en objeto de deseo para los coleccionistas?
La bóveda de los horrores (del coleccionista)
Si fuiste un niño durante los setenta o los ochenta, antes de que los reestrenos en salas no se convirtieran en una práctica insólita, recordarás perfectamente cómo clásicos Disney volvían a las pantallas de cine sin necesidad de remasterizaciones o complicadas operaciones de marketing. Simplemente, volvían a aparecer. Yo recuerdo haber visto en cines en los ochenta 'Robin Hood', '101 dálmatas', 'Merlín el encantador' y otras. Es una costumbre Disney que se remonta muy atrás en el tiempo, con el reestreno de 'Blancanieves y los siete enanitos' en 1944, siete años después de su estreno original en 1937 (recordemos que eran tiempos en los que un reestreno solo siete años después de su estreno original suponía renovar el público con toda una generación de niños que no habían visto la película).
Cuando el VHS reinaba entre los sistemas domésticos, se decidió que determinadas películas clásicas de la compañía se relanzarían cada siete-diez años, alternándose con un plazo similar para los reestrenos en cines. Esta práctica poco habitual viene de la suspicacia con la que el director de la compañía, Roy Disney, veía el mercado del vídeo: la posibilidad de que la gente tuviera en casa las películas podía hacer que los reestrenos no funcionaran. La llegada del DVD no cambiaría la rotación con la Caja Fuerte y se popularizaría la frase "Por tiempo limitado" en la publicidad de los lanzamientos, que no era ninguna exageración. Realmente pasaban años antes de que esas películas volvieran a estar disponibles, después de un par de años en las tiendas.
No hay un listado oficial de películas en la Caja Fuerte, pero actualmente se considera que están en ella 16 clásicos más o menos indiscutibles de animación de la compañía, empezando por 'Blancanieves' y siendo 'El rey león' la más reciente. Entre medias, 'Fantasía', 'Cenicienta', 'Peter Pan', 'La dama y el vagabundo', 'La sirenita', 'La bella y la bestia', 'Aladdin' y unas pocas más. Pero también hay otras tantas secuelas directas al vídeo, de categoría mucho menos clásica, que entran y salen de la Caja Fuerte, como 'El retorno de Jafar', 'Aladdin y el rey de los ladrones', 'El rey león 3: Hakuna Matata' o los reboots de '101 dálmatas' protagonizados por Glenn Close
La primera con la que se empezó a experimentar en el mercado doméstico fue con 'Pinocho': Disney fijó el precio de venta a 80 dólares la cinta, con lo que la compañía pensaba que solo los videoclubs estarían dispuestos a pagar por ella y alejaría al mercado estrictamente doméstico. Cuando Disney accedió a reducir el precio a 30 dólares por tiempo limitado, el título se convirtió en un superventas. Le siguieron 'La Bella Durmiente' y 'Cenicienta', con un éxito similar. Disney se dio cuenta de que era una perfecta forma de llegar a dos claros propósitos: no saturar el mercado con sus lanzamientos (esquivando así las bajadas de precio inevitables con el paso del tiempo) y dotar a sus películas de un halo de exclusividad.
Es un criterio general, pero hay múltiples excepciones. 'Fantasia', una película que estuvo décadas fuera del alcance del público, incrementándose así su halo de culto de forma exponencial, es una de las pocas que respeta de forma más o menos estricta este plazo de diez años, que en la mayoría de los casos se ha ido reduciendo. No todas las películas de animación Disney están en la Caja Fuerte y no todas obedecen a estos criterios, pero sirve para hacerse una idea aproximada de una práctica que pocas compañías observan con tanta rigidez, y que llegaron a "oficializar" en extraños vídeos como el de encima de estas líneas.
Por ejemplo, 'Alicia en el País de las Maravillas' y 'Dumbo' están tradicionalmente con un pie fuera y otro dentro de la Caja Fuerte, y se ven a menudo en distintos servicios de streaming y televisión debido a que están entre las primeras en llegar al mercado doméstico, en ser objeto de merchandising y atracciones en Disneyland y en ser emitidas en televisión, por lo que Disney piensa que no se puede jugar con ellas a la "escasez artificial".
De un tiempo a esta parte, los plazos estrictos de Disney se han aligerado. Las circunstancias son ahora muy distintas a cuando abrieron la "caja fuerte" debido a la masificacion de Internet, que permite tanto comprar películas de importación (cada país tiene sus tiempos de estrenos y reestrenos) como, por supuesto, descargar los films de forma no autorizada y sorteando las prohibiciones de la "caja fuerte".
Actualmente, tiendas como Amazon tienen en stock ediciones en DVD y Blu-Ray de clásicos Disney que salieron a la venta en 2012, es decir, acumularon stock suficiente como para soportar los tiempos de penuria impuestos desde la "caja fuerte". Esta relajación en las sequías de distribución de los tiempos del VHS también puede haber servido para que Disney se haya dado cuenta de que los tiempos han cambiado.
El plan de Disney está muy lejos de ser arriesgado: ha ido cortando lazos de forma sistemática con los sistemas de streaming que aún tenían derechos de emisión de sus películas y está produciendo series derivadas de sus propiedades de éxito: Marvel, 'Star Wars' o 'High School Musical', entre otras. Además, Disney ha anunciado que películas como 'Avengers: Endgame' o 'Star Wars: Episodio IX' estarán en la plataforma solo un año después de su estreno en salas. Junto a la cancelación de la "caja fuerte", todas estas decisiones van más allá de brindar todo su apoyo a su nuevo servicio de streaming: es poco menos que convertirlo en su principal medio de difusión.
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