Anoche se confirmó el fallecimiento de Mijaíl Gorbachov, una de las figuras políticas más importantes y trascendentales de la historia. Dos de los eventos más importantes que hemos vivido en los últimos 35 años fue la caída del Muro de Berlín y el fin de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y ambos son consecuencia de las políticas aperturistas del líder ruso.
Tanto la perestroika como el glásnost (o transparencia) iniciaron un cambio de paradigma para la nación soviética. La determinación de Mijaíl, a pesar de no ser la primera opción para empezar este reformismo (Yuri Andrópov iba a iniciarlo pero falleció pocos meses después de jurar el cargo de Jefe de Estado), es parte de lo que lo convierte en un protagonista ideal para un film de Werner Herzog. Y así lo hizo en el documental 'Conociendo a Gorbachov'.
En búsqueda de un sueño
Este documental, que podemos ver a través de Filmin, fue realizado a partir de las tres reuniones grabadas que el director realizó con el ex-líder ruso. Co-dirigido junto con André Singer, Herzog trata de hacer un relato que explique la transformación de la Unión Soviética a través de su figura política más importante.
También, a través de varios detalles marca de la casa, trata de plasmar a Gorbachov como uno de los sujetos que habitualmente protagonizan su cine, mayormente hombres obsesionados y marcados por el insoportable peso de sus sueños.
La primera de sus interacciones que vemos en pantalla sin duda busca conducirlo a ese terreno, donde el cineasta germano se presenta remarcado su nacionalidad y diciendo "probablemente el primer alemán que viste intentase matarte" haciendo alusión a la Segunda Guerra Mundial y buscando también parte de disculpa. Pero Mijaíl rápidamente corta esa línea de guion hablando de una amable pareja alemana que vendía caramelos en su pueblo natal.
Herzog rápidamente redirige, viendo que no puede tirar del retrato torturado, y trata de acercarse lo máximo posible a su entrevistado. La amarga ironía del alemán es dejada de lado para hacer una aproximación más conmovedora y tierna, que cae mucho en la hagiografía pero lo hace con intención. El repaso a sus más 80 años de vida y su trascendental trayectoria política se realiza de manera genuina, dejando al protagonista narrar de manera lúcida y dando mucho espacio a la reflexión.
'Conociendo a Gorbachov': tierna y genuina hagiografía
El director emplea muy bien esta postura cercana para ganarse al entrevistado, consiguiendo además que conectemos con él, y también recurre a muchos de sus trucos habituales en sus documentales. Su narración cautivadora nos pasa por la historia de la Unión, de la Guerra Fría, del cambio de paradigma, y su inteligente uso de las imágenes de archivo consigue explicarnos todo de manera eficaz sin caer en la lección de historia plasta.
En los compases finales Herzog consigue conmover realmente al político y al espectador, especialmente cuando toca con mimo lo personal a través de su esposa. No es algo que resulte explotación emocional, sino que casa bien con el trabajo previo que logra humanizar bien a Gorbachov, haciendo de esta pieza documental una experiencia deliciosa que nunca te suelta la mano en sus 90 minutos de duración. Probablemente hay pocos homenajes a la figura del líder ruso tan apropiados como este.