Aún a día de hoy hay gente empeñada en repetir una y otra vez que el cine no es política, como si fuera una especie de mantra que, se dice mucho, se convierte en realidad. El mundo no se cansa de mostrarnos lo absurdo que es siquiera pensar que el cine se mueve meramente en la esfera del entretenimiento, ajeno a los movimientos y cambios sociales. Ejemplos los hay a miles, pero algunos son tan flagrantes y obvios que solo pueden señalarse como prueba ineludible de que siempre hay una intencionalidad. Moleste a quien moleste.
No hay tierra para ti
Confieso que cuando vi 'No Other Land' pensé que era imposible que fuera a ganar el Óscar. Cuando lo hizo, de hecho, fue recibido con excesiva frialdad por parte de Hollywood, aunque no creo que nadie esperara otra acogida a un documental palestino que muestra la destrucción de su tierra natal de mano de Israel. Por supuesto, y como no podía ser de otra manera en el Estados Unidos actual, los políticos han tratado de utilizar la dura mano de la censura para acabar con él.
Particularmente, todos los focos se han puesto en Miami, donde su alcalde, Steven Meiner, está insistiendo en cerrar el cine O Cinema por proyectar la película, tachándola de "antisemita" (spoiler: no lo es en absoluto) y de ser "propaganda para odiar a los judíos", lo que demuestra únicamente que no se ha sentado a verla. Y cuando digo "cerrar" no me refiero a momentáneamente: Meiner insiste en que quiere terminar un acuerdo de alquiler con el cine porque este se encuentra en el Antiguo Ayuntamiento, que, al fin y al cabo, es una propiedad de la ciudad. Ah, y ya de paso eliminar los 40.000 dólares en subvenciones que Miami Beach dio a la organización sin ánimo de lucro que lleva el cine.
De momento, la decisión tiene que ser debatida en un pleno, pero el mundo del cine y la cultura se ha posicionado a favor de O Cinema, como es lógico. Según leemos en Deadline, más de 600 personas, entre las que se encuentran Barry Jenkins o la directora de documentales Barbara Kopple, han firmado un escrito conjunto donde han dejado claro que esta amenaza de cierre es "un ataque a la libertad de expresión, el derecho de los artistas a contar sus historias y un incumplimiento de la Primera Enmienda".
Mientras tanto, O Cinema sigue proyectando la película, que esta semana tiene dos pases más. Sobra decirlo, pero el aforo se ha vendido por completo, en un efecto Streisand de lo más curioso. Por cierto, el número de pantallas en que se proyecta en aquel país va en aumento tras la victoria en los Óscar, y de una sola a finales de enero ha pasado a 138 en su séptimo fin de semana, sumando cines cada día. Aquí se puede ver en Filmin y Movistar Plus+ desde hace meses. ¿Aún crees que el cine no es político ni puede cambiar tu percepción del mundo? Dale otra vuelta.
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12 comentarios
medarde
Alcalde se llaman SIONISTAS, Judios es otra cosa.
wopr2.0
Es lo que ocurre por votar a payasos peligrosos. Ahora os lo coméis, el problemilla es que las políticas de estos payasos peligrosos (porque el de EUA no es el único hay más), es que afectan de forma global. Cuántos padres habrán pasado ya por este mundo (cuasi insignificante en el Universo) que jamás deberían haber tenido críos. En fin, inútiles por doquier. Técnicamente quizás estemos en el S.XXI (desde que la humanidad cuenta el tiempo aquí) pero realmente estamos en otro siglo, para atrás obviamente.
Lucho Portuano
Pues si no quieren ser tachados de panfleto antisemita pues A lo mejor en ese documental deberían empezar con mencionar la masacre que hicieron los salvajes de hamas el 7 de octubre contra mujeres, niños y ancianos... No menciono hombres jóvenes xq ya se ha normalizado que la vida de nosotros vale menos