Es complicado no sentir un profundo desprecio por la raza humana cuando uno reflexiona ante la cruda realidad. La de ayer o la de hoy, da lo mismo. O sea, no hay demasiada diferencia entre poner un canal de noticias random y las imágenes de archivo de este doloroso documental de Raoul Peck. La historia narra, con voz de Samuel L. Jackson, un guión que parte del relato inacabado del escritor James Baldwin; hoy se cumple el 30 aniversario de su fallecimiento.
'I Am Not Your Negro' logra poner fin al trabajo que Baldwin comenzó en 1979, cuando se dispuso a escribir un libro sobre la historia de los Estados Unidos de América a través del recuerdo de tres iconos negros asesinados.
De tres amigos perdidos: Malcolm X, Martin Luther King y Medgar Evers. Baldwin no llegó a redactar más de treinta páginas de ‘Remember This House’, pero su hermana logró recuperar todo el material y entregarlo a Peck, que a partir de esos textos crea una asombrosa (y dolorosa) conexión con cartas editoriales y distintos aportes de cruda realidad, como el texto sobre la alerta del FBI respecto a su persona. Por negro y por homosexual. Así de duro, así de real.
James Baldwin nació en Harlem a mediados de los violentos años veinte. Mal augurio para un nuevo ciudadano del mundo que no era del mismo color que los demás. A los 17 años lo dejó todo para pasearse por el Greenwich Village y rodearse de artistas mientras ya escribía de manera esporádica. Con 24 años, y completamente horrorizado por una situación vital en la que, según sus propias palabras, podría morir a causa del odio racista en cualquier momento, se mudó a París. Tardaría casi una década en volver a pisar suelo americano, y esta vez lo haría para pelear por lo que le pertenecía, y donde conoció a los activistas a los que se recuerda en este documental.
Integra como puedas
1957 fue el otro día. Dorothy Counts llegaba a su primer día de colegio en el Harding High School de Charlotte, en Carolina del Norte. Por entonces se convocaban huelgas CONTRA LA INTEGRACIÓN, y América tenía el dudoso gusto de no solo no haber aprendido nada de la guerra contra la Alemania nazi, sino que llevó a las calles su particular odio hacia la gente negra.
El documental analiza los distintos tipos de odio heredados por el pueblo americano, especialmente el que entra por los ojos. Así lo vemos a través de distintos tipos de anuncios de cualquier producto o fragmentos de películas donde los negros no eran precisamente los héroes: 'La cabaña del tío Tom', 'Imitación a la vida' o 'La diligencia' no hicieron más que abrir heridas que todavía hoy no se han cerrado.
Ni siquiera la siempre reivindicada 'Adivina quién viene esta noche' ('Guess Who's Coming to Dinner') se libra de la crítica. De hecho, es la más señalada de todas, con esa forma disimulada y forzosa, según el autor, de dar la vuelta a la imagen modélica del aforamericano que representaban entonces Sidney Poitier o Harry Belafonte.
Resulta muy interesante la diferenciación entre el odio que siente el blanco y el que siente el negro, que Baldwin explica con ayuda de fragmentos de 'Fugitivos' o de imágenes de la vida cotidiana del americano medio de finales de los 50. Baldwin argumenta el fracaso de la vida privada como el rasgo más devastador de la conducta del ciudadano. Afirma que, de no estar tan asustados de sus "yo" privados, nunca se habrían vuelto tan dependientes de lo que entonces era conocido como "el problema negro". Ese sentimiento ficticio como mecanismo para salvaguardar su propia pureza fue lo que los transformó en maquinaria pesada de odio humano.
El blanco siente un odio provocado por el miedo ante ante una entidad que vive en su cabeza, mientras que el odio del negro que proviene de la ira, no hacia el hombre blanco, sino ante el hombre blanco que se interpone en el camino de sus hijos.
'I Am Not Your Negro': la historia de América
"La historia de los negros en América es la historia de América". Con esas palabras reflexiona al final del documental el escritor, un hombre que entre mítines y coloquios en universidades y televisiones peleó con sus palabras por una igualdad que aún estamos esperando. No importa que la historia les haya entregado al primer presidente negro, algo que Bobby Kennedy jamás creyó a pesar de haberlo dicho en público en su apogeo político, no hay más que mirar esa Casa Blanca más blanca que nunca en la actualidad.
Y es que nadie sabe guardar los trapos sucios mejor que un americano de pura raza. Como cualquier otro hijo de la tierra de la libertad y las oportunidades, y apoyados en la varonil voz del protagonista de 'El otro guardaespaldas' ('The Hitman's Bodyguard'), el documental se encarga de dejar de lado las sospechas anteriormente citadas por el FBI: Baldwin era negro y homosexual. Lo primero es imposible de disimular, lo otro sigue siendo muy difícil de reconocer hoy en día.
Con todo, el documental es una pieza indispensable para entender gran parte de los problemas que arrastramos desde hace cientos de años y que nunca desaparecerán. Un relato en primera persona sobre el horror que supone ser diferente y sobre la natural ausencia de empatía del ser humano. Te pondrá en tu sitio y aplastará tus huesos.