Ayer se anunció el fallecimiento de Tina Turner, poniendo fin a una de las figuras más imponentes de la cultura pop, teniendo impacto en sonidos como el soul, el rock o los sintes ochenteros y siendo relevante durante varias décadas (no todos pueden presumir de ello). Es también el final de la historia de una superviviente, ya que detrás del escenario tuvo que sufrir la devastadora experiencia del abuso y la violencia de género.
Tina pudo salir de ese infierno, y demostró que su estrella no dependía de otro Sol para brillar. A su apabullante talento y legado musical se le unieron apariciones en películas que, aunque puntuales, tuvieron su impacto, tanto en el inconformista musical 'Tommy' como en la genial distopía de George Miller en 'Mad Max 3. Más allá de la cúpula del trueno'. Aunque quizá la película más impactante de su carrera la tiene de protagonista, aunque ella no sea la actriz principal. Ese es el biopic 'Tina'.
Eso no es amor
Una traducción conformista para hacer más vendible el título de 'What's Love Got to Do with It', con el que el director Brian Gibson toma una de esas canciones que fueron punto de inflexión en su carrera para contar su necesidad de romper con su cruda realidad. Uno de los biopics musicales más impactantes, menos anclado en fórmulas de hagiografía y con una historia potente que es la que tenía que ser contada. Y se puede ver a través de Disney+.
La película nos cuenta sus inicios, cuando todavía era conocida por el nombre de Anna Mae Bullock, y cómo el contacto con Ike Turner le abre las puertas a una prometedora carrera musical. Los éxitos van llegando de la mano de su compañero creativo y también sentimental, y la renombrada Tina Turner se convierte en una fuerza de la naturaleza sobre los escenarios. Sin embargo, el mismo hombre que la acompañó a la cima se encargaría de hacer miserable su existencia a través de abusos sentimentales, económicos y físicos.
Basada en su demoledora autobiografía, Turner tuvo una relación complicada con la película al sentir que la retrataba como una víctima. En realidad, 'Tina' se mantiene interesante por ser una película sobre alguien que prevalece sobre el abuso. Incluso aunque se nota algo suavizada para no matar del todo sus perspectivas comerciales, la película no se corta en mostrar durísimos episodios de violencia que son debidamente construidos desde los primeros contactos y a través de los personajes. Además, hace bien en no reducir el atropello a la cantante a las manos de Ike Turner, mostrando otros actos de abuso realizados dentro de la industria.
'Tina': dominación y abuso
La película tampoco cae en el relato fácil de que hay que plantar cara a estos abusadores para acabar con la situación. En 'Tina' vemos una colección de instantes que incluyen la manipulación y también el autoengaño para justificar esta violencia doméstica, dejando relucir el verdadero terror. Algunos de los momentos dramáticos más punzantes llegan cuando Ike insiste en que la cantante no sería nada sin él, pero ella pelea igualmente por su nombre porque es consciente de cómo es ella la que le da fuerza. Este duelo lleva a 'Tina' a volverse en una 'Ha nacido una estrella' todavía más oscura, donde el pigmalión resulta una ilusión.
Angela Bassett da una interpretación magistral dando vida a Turner, no limitándose a la imitación sino capturando esa fuerza de la naturaleza en que se convertía en un escenario, además de transmitir su vulnerabilidad cuando se baja de él. Laurence Fishburne no se queda muy atrás convirtiéndose en un diablo vestido de satín, con un carisma magnético que sirve de máscara para su interior violento y dominador. Estos dos grandes actores terminan de convertir 'Tina' en una película notable que vale la pena revisitar para terminar de comprender cómo Tina logró prevalecer.
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