Llegado a cierto punto de sus carreras, sea más tarde o más temprano, todos los cineastas necesitan hacer ese proyecto que les reconecte con el placer de hacer lo que hacen. Ese arte de contar historias que se puede distorsionar cuando estás constantemente peleando por sacarlo adelante en un panorama cada vez más desértico o cuando tratas de hacerlo para complacer justo a quien no debes. Básicamente, necesitan el recordatorio de por qué están en esto en primer lugar.
Hay ejemplos más explícitos sobre el placer que supone contar historias, incluyendo algunos del año pasado como la 'Tres mil años esperándote' de George Miller o lo que parece que apunta a ser 'Los Fabelman' de Steven Spielberg. No obstante, uno de los mejores alegatos a favor de disfrutar de la historias como forma de arte está escondido en un thriller satírico sobre ricos. Sí, esa es 'El menú'.
No cagues donde comes
Ya disponible en Disney+ tras un paso por cines no espectacular pero nada desdeñable (70 millones en todo el mundo sin hacer demasiado ruido, ni tan mal), la película de Mark Mylod juega de manera interesante a dos bandas. Se puede disfrutar por su alegoría amplia que desmonta el elitismo cultural que ahora mismo se encuentra mejor representado en la alta cocina, o se puede degustar como un afilado entretenimiento con terror psicológico y comedia negra lanzada contra ricos de uno de los directores principales de 'Succession'.
Aquí vemos a una serie de comensales adinerados dirigidos a una isla remota para disfrutar de una de las experiencias culinarias más exclusivas del mundo. Uno de los chefs más celebrados del circuito, interpretado por un soberbio Ralph Fiennes, y su equipo tienen preparado un menú único y especial para todos los comensales. Aunque no será tan delicioso para ellos como puedan esperar.
Eso sí, sus planes se trastocarán con la presencia de una pareja joven, la que conforman Nicholas Hoult y Anya Taylor-Joy. Ella en concreto es el elemento inesperado por motivos que se irán revelando y que pondrá el inesperado aliciente emocional en una obra que lanza cuchillos por doquier. Mylod y los guionistas Seth Reiss y Will Tracy no se cortan con su disección que expone las vergüenzas de la experiencia de lujo que tratan de blanquear programas como 'MasterChef'.
'El menú': abajo 'MasterChef'
Y por mucho que sean desternillantes los comportamientos delirantes de estos comensales de la élite, tanto antes de sentarse a la mesa (cada vez que Hoult abre la boca es desternillante) como cuando son puestos entre la espada y la pared, la salsa la ponen las interacciones entre Taylor-Joy y Fiennes. Sin revelar demasiado, su desarrollo va destapando la figura de un genio que ha perdido la pasión por lo que hace, incapaz de recuperar su mojo y tratando de disimularlo a través de elaboradas florituras supuestamente satisfactorias.
Con un habilidoso uso del suspense al desarrollar los acontecimientos, una brusquedad chocante en su ritmo y su montaje, además de un aterrador relato de destrucción con inesperadas conexiones con el cine de Ari Aster, 'El menú' es una fabulosa sorpresa. Una película inteligente que no renuncia al entretenimiento puro y adulto. Un plato de buen gusto, tan apreciable en sus detalles como delicioso de devorar.
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