Para desgracia del género, los dramas deportivos se han regido en su mayoría por las misma plantilla, marcada con escuadra y cartabón, que marcaron películas como 'Hoosiers: Más que ídolos'. Puedes modificarla en parte -cambiando el final hacia una pletórica victoria o hacia una derrota que sabe a satisfacción-, pero se cae en los mismos lugares comunes para resultar efectiva, aunque le quite brillo al final.
Los dramas de baloncesto han sido de los que más han sufrido este impacto -al fin y al cabo, 'Hoosiers' va de baloncesto-, y es difícil encontrar algunos que rompan el molde o que se atrevan a proponer algo fresco con un deporte tan libre dentro de sus cuatro esquinas. Quizá por eso el mejor film de este tipo de deporte, o uno de los mejores, es uno que ya cumple 30 años y sin que parezca que vaya a bajar de la cima pronto -ni siquiera cintas como 'Garra' se acercan-. Hablamos de 'Los blancos no la saben meter', disponible en Disney+.
Ellos dan el golpe
Cuando los Oscar celebrados este año decidieron rendir homenajes a algunas de las películas más célebres que estaban de aniversario, destacaron a 'El Padrino' (50 años), 'Pulp Fiction' (30 años)... y también a 'Los blancos la saben meter', que celebra también su 30 aniversario. Puede chocar que una comedia esté en el mismo escalón que dos de las películas más aplaudidas de todos los tiempos. Pero, siendo justos, pocas comedias ha habido como ésta.
La película nos mete en el corazón de las partidas de baloncesto callejero, donde el ritmo fluye rápido, el lenguaje duro está a la orden del día y los jugadores intentar salir adelante con timos para desplumar a los menos avispados. En ese contexto se mete el personaje de Woody Harrelson, que rápidamente destaca por su blanca apariencia ante una mayoría de jugadores afroamericanos. El personaje de Wesley Snipes ve a un perfecto primo al que dejar sin blanca, pero se topa con alguien de talento similar.
Desde ahí comenzarán una serie de timos y contratimos para intentar salir adelante del hoyo de la pobreza. Snipes busca un buen lugar en el que formar una familiar, mientras que Harrelson y su novia, interpretada por Rosie Perez, están con apuros ante una deuda mantenida con unos mafiosos. Todos tienen urgencia, todos tienen circunstancias dramáticas... Y todos tienen un carisma muy notable.
'Los blancos no la saben meter': maravillosa jugada
La película está llena de situaciones hilarantes, y los actores están especialmente inspirados para lograr que aterricen las líneas de diálogo divertidas, aunque hay varios aspectos que hace de la película algo más audaz. Ron Shelton, que firma el guión y lo dirige, pone una interesante atención en los contextos, en las discrepancias raciales evidentes entre ambos protagonistas, y hace un interesante dibujo sobre la cuestión racial en Estados Unidos sin que esta domine todo el relato.
Todo esto nos deja una película que tanto hace una interesante observación sobre los problemas estructurales de su país como te hace una hilarante secuencia con Rosie Perez en un concurso de la tele. La combinación que realiza es de mucho riesgo, pero 'Los blancos no la saben meter' consigue más que una impresionante canasta sobre la bocina.
Es todo un portento que domina ambos lados de la pista y ofrece un espectáculo que pocos han conseguido igualar. Maravillosa jugada.
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