No hay nada como el reflote de una franquicia para ponerse un poco revisionista y tratar de apreciar y definir de manera más concreta qué la hace destacar o cuál es su esencia principal. Ahora mismo tenemos el caso de 'Predator: La presa', una efectiva pieza de terror de supervivencia y acción con matices de ciencia ficción que está teniendo una gran -y, por qué no decirlo, merecida- recepción que no tuvieron otras secuelas de 'Depredador'.
Muchos fans de la original alabarán precisamente el toque más serio y urgente que tiene la nueva entrega dirigida por Dan Trachtenberg, a pesar de que se toma más en serio de lo que la original se tomó nunca. De hecho, parte del ADN de la original consistía en un humor incorrecto y hasta paródico que ponía la salsa en un ya estupendo combo de géneros. Y es algo que las otras secuelas han entendido bien, especialmente la estupenda 'Depredador 2' de Stephen Hopkins.
Otro tipo de jungla
En Disney+ se puede disfrutar de esta fenomenal pieza, tan potente como desenfadada, que cogió muchas de las claves estilísticas de la película de John McTiernan y las puso en otro contexto, incorporando también elementos que han trascendido como el lore que muchos tienen en mente al hablar de Predator. Toda la mitología del cazador a través de las épocas (que recoge precisamente 'Predator: La presa') y otros aspectos de su método de caza son introducidos en esta película.
Aquí ya no queda rastro del personaje de Arnold Schwarzenegger ni de la jungla centroamericana. En su lugar, pasamos a la jungla del asfalto, en la calurosa Los Ángeles donde se está viviendo una guerra sin cuartel. La policía está tan saturada ante los tiroteos descontrolados contra clanes locales que incluso puede andar suelto un alienígena cazador sanguinario y nadie sospecha de dicha amenaza ni por un instante.
Por lo tanto, a pesar de la extrema brutalidad con la que se encuentran algunos cadáveres, el cuerpo de policía de la ciudad lo investiga como un asesino más. Pero pronto el personaje de Danny Glover y el resto de su grupo verá que no hay nada corriente en este asesino, sino que están ante una amenaza sin igual, y tendrán que tirar de oficio y sus limitados recursos para lograrlo. Eso mientras están empapados en sudor.
'Depredador 2': sudando la gota gorda
Justo el personaje de Glover será la clave por la que funciona esta propuesta de Hopkins. Su capitán Harrigan es un hombre cansado, harto, concienzudo pero normal, además de sudoroso. Cuando le vemos hacer frente al Predator, se nota en inferioridad y, de estar toda la película corriendo, se le nota el cansancio.
Pero se tiene que notar, al fin y al cabo es un policía ante el mayor cazador del universo. Estar al final con la lengua fuera le da cierta autenticidad a la parte de acción y terror de la cinta.
Todo sin renunciar de nuevo a la ciencia ficción bien administrada y al humor exagerado que ya definió a la primera -incluso ampliándolo, como esa manera de llevar el clímax de la peli al cuarto de baño de una señora random-. 'Depredador 2' comprende bien lo que funciona de la primera y trata de emplearlo en un blockbuster eficaz y entretenidísimo. Más digno de lo que se quiso reconocer en su momento, aunque por suerte cada vez más gente está dispuesta a admitirlo estos días.
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