Desde la exposición masiva derivada de su entrada a Marvel para relanzar la saga de Thor, la figura de Taika Waititi ha estado un poco más bajo escrutinio y hasta terriblemente cuestionada. En ocasiones, ridiculizada como un autor menor con sólo un mismo truco -el chiste continuo-. Es posible que dichas películas no sean el mejor ejemplo de su sensibilidad, al tener que hacer concesiones para adaptarse a la gran maquinaria de la empresa y al público masivo que arrastran.
Pero sus películas antiguas, como las modestas 'Boy' o 'Hunt For The Wilderpeople (A la caza de los ñumanos)', muestran una interesante habilidad para tocar historias íntimas, con mucho corazón y respeto por la perspectiva infantil. Y sin renunciar a la comedia tontorrona como vehículo para contarlas. No es que ese Waititi se haya perdido para siempre, y como muestra está la película que hizo entre las dos fantasías vikingas especiales: 'Jojo Rabbit', una encantadora película que se puede ver en Disney+.
Mi amigo el dictador
No es una película precisamente poco conocida o que se pasase demasiado por alto. De hecho, le valió al neozelandés un Premio Oscar por el Mejor guion adaptado -Waititi tomó de base una novela de Christine Leunens que su madre le descubrió-. No por ello deja de ser una estupenda película que recuperar para apreciar su particular toque más allá de los grandes espectáculos, además de para ayudarnos a reírnos de algunas de esas personas tan horribles: los nazis.
Como si de un himno de Los Ilegales se tratase, Waititi se vale de gamberrismo punk para satirizar de manera mordaz a la Alemania nazi y las juventudes hitlerianas. Aunque, eso sí, en el centro coloca la tierna historia de un convencido chaval de dichas juventudes (Roman Griffin Davis), que además tiene de amigo imaginario una personal interpretación del propio Adolf Hitler (Waititi).
El joven está absolutamente alienado gracias a la propaganda nazi, a pesar de los esfuerzos de su madre (Scarlett Johansson) por hacerle ver más allá de la superficie y darse cuenta de los verdaderos horrores que les rodean. Un catalizador para ese cambio será la aparición de una refugiada judía (Thomasin McKenzie) que le hará replantearse muchas cosas, incluyéndose a sí mismo y sus prejuicios.
'Jojo Rabbit': una sátira contra el odio
Con esos elementos no es difícil apreciar las buenas intenciones de Waititi con esta sátira contra el odio, y que busca tener un mensaje que cale a través de emoción algo ingenua. No por ello renuncia a un tono atrevido y arriesgado, que tira de la comedia gamberra y marca de la casa, con algo de reminiscencia a genios como Mel Brooks, además de tirar de drama muy oscuro y profundo cuando la situación lo requiere.
Una jugada muy complicada, por las filigranas que quiere realizar, pero consigue aterrizar de pie la mayor parte del tiempo. Ayuda que sabe conectar con esa perspectiva infantil sin ridiculizarla o endulzarla de más.
Sus chistes resultan efectivos, su trabajo visual es realmente destacable -algunos detalles de puesta en escena o de montaje serían realmente aplaudidos de venir firmados por Wes Anderson y no por él-, y se burla merecidamente de los nazis. Aunque pueda calar más a unos que a otros, no se puede negar que el esfuerzo que realiza es encomiable.
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12 comentarios
edgar.m.barrera
Es una película que se saca risas y te deja con un nudo en la garganta, es cínica, pero tiene mucho corazón. El personaje de Sam Rockwell es de lo mejor que he visto en mucho tiempo, es una caricatura, sin duda, pero ese ego desmedido, esos deseos de sentirse como si fuesen guerreros rumbo al Ragnarok, no sé, imagino que es muy descriptivo de lo que el mismo Hitler les vendía a los alemanes.
ashitaka
Esta película es maravillosa
altbabofedfish4
No sé si consigue "aterrizar de pie" con todos los elementos que quizo colocar en esta película. Humor, drama, nazis y una historia 'coming-of-age'...
Colocar a un niño como protagonista es la excusa perfecta de los directores para colocar chistes o situaciones graciosas porque todo es visto a travéz de los ojos de un niño.
También lo hizo Roberto Benigni en 'La Vida es Bella' al colocar a un niño como protagonista.
En 'Los Productores' Mel Brooks tuvo un mejor resultado. Lejos de escudarse detrás de un niño, puso a adultos como protagonistas y se burlaba de los nazis pero con mucha más inteligencia y un mejor resultado.
nombrenodisponible
LA MEJOR SATIRA CONTRA LOS NAZIS FUE EL "SPRINGTIME FOR HITLER" DE THE PRODUCERS
Undersky
No gracias, al final he tenido el dudoso placer de ver su última película con mis sobrinos y solo quería salir huyendo.
Película más mala, joder. La peor de Marvel con diferencia.
vladimirsoriano