Hay películas que cuesta entender por qué han estado tantísimo tiempo poco menos que desaparecidas en el mundo del streaming. Uno de los primeros ejemplos que siempre me venía a la mente es el de 'Mentiras arriesgadas', a mi juicio el mejor largometraje de James Cameron y también la cima como héroe de acción de Arnold Schwarzenegger. Por suerte. Disney+ ha puesto fin a eso al incluirla este viernes 16 de septiembre en su catálogo en España.
Por qué sigue siendo una gozada
Estrenada en 1994, 'Mentiras arriesgadas' tenía en contra que el actor austríaco ya había protagonizado una comedia de acción -la genial 'El último gran héroe'- el año anterior que había pinchado en taquilla, por lo que su tercer largometraje a las órdenes de Cameron partía en desventaja. Solamente hace falta ver el estupendo arranque de la película para entender por qué en esta ocasión se consiguió un gran éxito.
Basada libremente en la producción francesa 'Dos espías en mi cama', 'Mentiras arriesgadas' es una propuesta inusual porque se permite bromear con el terrorismo, algo impensable actualmente en Hollywood. De hecho, la planeada secuela acabó descartándose tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, por lo que hoy en día sería mucho más difícil que una cinta así saliera adelante.
Un aspecto curioso de 'Mentiras arriesgadas' es que durante muchos minutos se olvida de lo que parecía su trama central para apostar abiertamente por la comedia en lo referente a los problemas maritales de su protagonista. Ahí Cameron juega muy bien con el lado más lúdico de la función, algo perfectamente ejemplificado en todas y cada una de las apariciones de un hilarante Bill Paxton.
Además, eso permite también brillar a una Jamie Lee Curtis que ya había demostrado su talento cómico en títulos como la tronchante 'Un pez llamado Wanda'. Ese baile primero patético y luego erótico ya forma parte de la historia del cine, sirviendo además a su manera para que 'Mentiras arriesgadas' retome el hilo central.
En lo referente a las escenas de acción, es cierto que quizá no luzcan tan rotundas como las de 'Terminator 2', pero todas y cada una de ellas tienen un gancho innegable. Parte de ello se lo debemos al carisma arrollador de Scharzenegger, capaz incluso de resultar creíble hablando con un caballo, pero también a un Cameron que disfruta tras las cámaras y no duda en abrazar los excesos casi más propios de un corto de dibujos animados e su tramo final.
Y es que 'Mentiras arriesgadas' en ningún momento se toma en serio a sí misma, pero tampoco cae en el error de abrazar el todo vale. Eso ayuda a convertirla en una película única que conserva prácticamente intactas todas las virtudes que exhibió en el momento de su estreno. No son tantos los largometrajes palomiteros de Hollywood en los que sucede eso...
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