Desde siempre se ha considerado que los mayores fracasos del estudio de animación de Walt Disney fueron aquellas obras que surgieron justo después del periodo de renacimiento: cosas (injustamente) olvidadas como 'Descubriendo a los Robinson', 'Atlantis: el imperio perdido' o 'El planeta del tesoro'. Pero la verdad es que cualquiera de estas tres recaudó, por lo menos, cuatro veces más que 'Mundo extraño', una película que vivirá en la infamia... y que, siendo sincero, no se lo merecía tanto.
Esparciendo las culpas
A su llegada a Disney+ podemos por fin preguntarnos qué ha pasado con 'Mundo extraño': ¿Fue fruto de una campaña de marketing casi inexistente? ¿Disney la dejó morir directamente? ¿Tiene que ver con su miedo por mostrar contenido LGTB y racializado? ¿Asusta la ciencia-ficción para niños? ¿O, simplemente, la estrenaron en cines de forma testimonial y siempre estuvo destinada a engrandecer el catálogo de Disney+? Probablemente la solución al enigma de esta película sea una mezcla de todas ellas.
Tras el éxito de 'Encanto', es normal que la empresa busque su próximo gran bombazo viral, pero 'Mundo extraño' no lo va a ser. Y es que, pese a sus buenas intenciones, es una obra muy lineal, con una aventura en la que sabes exactamente lo que va a pasar desde la primera escena y que no ofrece emociones ni sorpresas: se siente más rutinaria que ilusionante, y eso termina lastrando una película que, se supone, trata de ser un hito trepidante del cine moderno de Disney.
'Mundo extraño' tiene todos los ingredientes que esperas en una película de aventuras y ciencia ficción marca de la casa: bichito raro y divertido que hace sonidos extraños, padres e hijos que se reencuentran y deben colaborar a su pesar, mensaje ecologista, personas que terminan metidas en la aventura de una vida de casualidad... Bueno, en fin, los clásicos básicos de una película de este estilo. Me gustaría decir "Y, sin embargo, funciona", pero la verdad es que, por mucha rabia que me de reconocerlo, no termina de funcionar nunca.
Regalito de Navidad envenenado
Mucho tiene que cambiar el sentimiento del público hacia la nueva cinta de Disney para que se convierta en el fenómeno vital que pretenden que sea. Sin canciones, secuencias míticas ni escenas fácilmente viralizables, lo más probable es que 'Mundo extraño' viva la misma apatía en casa que en el cine: no es por sus decisiones progresistas (por más que cuatro exaltados le echen las culpas a que el hijo del protagonista sea gay o a que se muestre un matrimonio interracial), sino por una aventura que no tiene fuste.
Hay un gran trabajo de diseño en la cinta y, por supuesto, la animación es superior, pero después de descubrir lo que el 3D es capaz de hacer en 'Spider-man: un nuevo universo' o la misma 'Encanto', parece dar varios pasos atrás. No va más alla ni muestra nada que no hayamos visto en mil películas anteriormente. Trata de evocar los sentimientos de una familia descubriendo un nuevo mundo, pero realmente se queda en tres o cuatro ideas más o menos aprovechadas. Incluso la mascota divertida de turno, Splat, no termina de dar la ternura necesaria como para querer verle más -o mejor, hacernos con su peluche-.
'Mundo extraño' nace con pretensiones de imitar el folletín y la cinta de aventuras clásica, aquella que se emitía en cines de forma episódica, pero solo lo logra en sus primeros compases, con una fabulosa presentación que engancha al espectador. Y es que enseguida se pierde en su propio mundo por culpa de una historia que tiene en su sencillez su mayor fragilidad. En ningún momento quiere salirse del camino que ella misma se marca y el resultado es bueno visualmente (tampoco espectacular) pero muy pobre en el resto de aspectos.
Mundo normalito
Pero, pese a estar hecha con plantilla, no ofrecer ningún elemento distintivo, necesitar de forma urgente una revisión de guion (y un villano) y ofrecer una aventura pasada de moda, 'Mundo extraño' no merecía ser el absoluto batacazo que ha sido: según la fuente, ha perdido entre 70 y 130 millones de dólares, más que el presupuesto de, por ejemplo, 'Raya y el último dragón' o 'Tiana y el sapo'.
Que una película sea genérica y esté falta de carisma no es motivo suficiente para un fracaso tan aberrante. Aunque debería servir como toque de atención para que el estudio invirtiera más en historias originales y menos en aventurillas sin objetivo real (la moraleja de 'Mundo extraño' desde el minuto uno es, una vez más, que hay que proteger nuestro ecosistema), es posible que sirva para que la empresa tome otras decisiones muy diferentes tratando de minimizar el riesgo.
No me cabe duda que, en un punto del camino, 'Mundo extraño' fue apasionante, planteada como la loca aventura de una familia tratando de sobrevivir en un mundo que no es el suyo, pero al final la estética a lo 'Flash gordon' ha ido desapareciendo hasta acabar convertida en una anécdota. Da la impresión de que nadie se ha divertido realmente realizando esta película ni creía en ella. Al final, parece más el resultado de una reunión en la que los agentes de ventas han analizado lo que triunfa y lo que no, y esta cinta no es más que la conclusión de dicho análisis. No va a pasar a la historia, pero tampoco merecía este noqueo con el puño cerrado.
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