En lo que podríamos denominar la segunda mitad de su carrera, a James Cameron le suele llevar media vida hacer una película (puedo estar exagerando, pero tampoco mucho). El motivo es, obvio, que se ha fijado hacer retos espectaculares imposibles que necesitan esperar a que la tecnología que cambie el mundo esté inventada. Por ello ha llevado tanto tiempo hacer 'Avatar' y más aún sus secuelas.
Pero ya está, al final llegó 'Avatar: El sentido del agua' con algunas promesas cumplidas y reacciones más o menos similares a las que ya hubo en 2009. Una vez hemos cumplido la larga espera, es hora de reclamarle una secuela aún más urgente. No, no es 'Avatar 3'. Ni siquiera la dirigió él mismo, aunque su ADN esté por todas partes de la película. Se trata de 'Alita: Ángel de combate'.
Ángel caído
Disponible para ver en streaming a través de Disney+, la película nos presenta una fascinante distopía cyberpunk en la que la Tierra ha quedado dividida tras un cataclísmico evento conocido como "La Caída". Nos encontramos una zona elevada destinada para lo más ricos llamada Zalem, y otra para la gente de a pie además de peligrosos crminales y cazarrecompensas conocida como Iron City. Y en medio de todo esto aparece una cyborg llamda Alita con increíbles habilidades para el combate y mucho por descubrir de sí misma.
Tomando de base el manga de Yukito Kishiro, Cameron escribe el guion junto al director Robert Rodriguez, una de esas peculiares figuras en Hollywood que equilibra películas de diversión trash con películas de diversión familiar. Algo, por un lado, no muy alejado de algunas primeras obras de Cameron, lo cuál le hace candidato idóneo para afrontar este proyecto que aúna esas dos facetas.
Hay otra conexión evidente, además de un sentido visual bastante prominente: el uso del 3D y los efectos visuales más elaborados, ya empleados en películas como 'Spy Kids' y secuelas. Sus detalles cinematográficos relucen en el ritmo y acabado de la película, con ese importante dinamismo o ese uso de la violencia bestia que esquiva una calificación restrictiva por tratarse de gente mitad robot. Pocas pelis aptas para menores de edad tienen tantos desmembramientos.
No obstante, sigue siendo un encargo que sigue teniendo el sello de Cameron por todos lados. Desde la eficaz y ambiciosa construcción de mundo, los detalles íntimos que se van colando entre momentos de acción potentes, la trama romántica de emociones subidas al máximo nivel y cae en lo hortera (para bien, pocos saben manejar bien esa línea como James) hasta el tratamiento de la protagonista femenina que es capaz de conjugar determinación y fuerza con vulnerabilidad. También está el mensaje social trazado a brochazos (otra cosa con la que suele salir indemne).
'Alita: Ángel de combate': jugando fuerte
La película es un deleite a todos los niveles, porque resulta genuina sin dejar de recorrer todos los elementos básicos del libro del guion. Resulta emotiva incluso aunque esté subiendo deliberadamente el dramatismo. Resulta espectacular y legible incluso teniendo una gran abundancia de efectos digitales. Y resulta divertida, introduciendo de manera efectiva elementos aparentemente disparatados como el motorball al que juegan.
Es por ello que resulta todo un misterio que una secuela no sea algo plenamente garantizado. Un éxito de taquilla con más de 500 millones de dólares recaudados, críticas aceptables y bastante culto por muchos aficionados. Sólo el cambio de régimen en Fox explica esta falta de luz verde para una secuela con una base prometedora gracias a un buen final que concluye bien el viaje del personaje y te muestra cosas interesantes por venir.
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