Cuando ví ’2001, una odisea del espacio’, ya supe perfectamente que lo que quería hacer en ‘Solaris’ era algo completamente opuesto y diferente a ella. Me parece que cada escena es una ilustración de revista de ciencia ficción. Y no precisamente arte gráfico de buena calidad- Tarkovski en los preparativos de ‘Solaris’
A algunos no nos importa que nos lean mucho o poco, o incluso lo que digan de nosotros. Pero a todos nos gusta gozar de partidarios intelectuales, por eso de sentirse menos solo en el universo (precisamente, el tema de ‘Solaris’). Leyendo la famosa cita de Tarkovski sobre la película de Kubrick, pienso que puedo seguir siendo el mayor chiflado de este país (aunque el post sobre ‘2001’ tuvo su repercusión, que es lo importante…que hablen de uno, aunque sea mal), pero estoy un poco más acompañado.
A los que no conozcan a fondo la obra de Tarkovski, que serán legión, estas palabras les parecerán altivas y provocadoras. Pero si uno está familiarizado con su trabajo y su personalidad, son totalmente coherentes, aunque no están exentas de radicalidad. Y es que Tarkovski se tomaba su profesión muy en serio (qué distinto sería el cine si otros directores hicieran lo mismo), y no se callaba aunque en alguna ocasión sus ideas chocaran con la mayoría. Pero el único complejo del que no adolecía este artista provenía de la fiereza de sus ideas.
Se han dicho muchas insensateces, como que ‘Solaris’ era la respuesta rusa a ‘2001’, cuando en realidad era el alegato de un artista libérrimo en contra de la hojarasca de los géneros, que terminan enfangando la razón de ser de tantas películas. No creía Tarkovski en los géneros. Y no consiguió zafarse de la sci-fi completamente, aunque era ese su deseo, en este su tercer largometraje. Finalmente lo lograría con la sublime ‘Stalker’, pocos años después. La sencillez como vehículo para encontrar la verdad, aunque sea una sombra de verdad. Pero de verdades no sabía mucho Kubrick.
También dijeron que Tarkovski era el Kubrick ruso, aunque no existe realmente un director más antitético a Kubrick que él, ni en ideas, ni en obra, ni en personalidad. Kubrick filmaba cuando quería, y su escasa obra dependió siempre de su desgana. Tarkovski, sin embargo, rodó lo que le dejaron rodar, y casi siempre tenía que partirse la cara contra las crueles autoridades de su país, hasta que se exilió a Italia primero, y a Suecia después, para poder seguir haciendo películas, aunque tuvo que separarse de su hijo. ¿Qué sabrá Kubrick de seguir siendo fiel a sí mismo?
Pienso exactamente como él en la cita de más arriba, pero no en la cita de más abajo. Sin embargo, no soy un fanático (aunque venero a Ford) que no sepa respetar las ideas ajenas:
Es una pena haber utilizado aquel paisaje tan metafísico para rodar una mala película sobre el dinero.-Tarkovski sobre el Monument Valley y ‘La diligencia’
Para Tarkovski, era muy importante el tema central del filme, que en la tradición cinematográfica estadounidense muchas veces suele ser un mero mcguffin. Eso a él le irritaba. Y más si, como es el caso, el tema central era el dinero. Nunca apreció mucho a Ford, aunque le unían secretos y sorprendentes lazos estilísticos, y es posible que su carrera la estudiara poco y mal. De sus directores favoritos lo veía y analizaba absolutamente todo. Y es una pena que no hiciera lo mismo con Ford, porque sospecho que si hubiera visto ‘The Searchers’, ese western tan metafísico, probablemente hubiera cambiado de parecer.
Este artículo podría servir de texto introductorio a un análisis en profundidad, tal como estamos haciendo con Francis Ford Coppola o Clint Eastwood (los de Cameron y Fincher fueron simplemente textos sobre sus películas), pero no va a ser así. Por la sencilla razón de que todavía no estoy preparado, me parece, para llevar a cabo esa empresa.
Pero ahí queda, en proyecto. Y ahora, a seguir con Coppola…