Adaptaciones más o menos veladas de ‘Hamlet’ ha habido cientas: desde Kurosawa hasta ‘El rey león’ pasando por Kaurismaki, no son pocos los que han querido dejar su visión de Shakespeare en la gran pantalla. Sin embargo, aunque se le ha acusado de ello, ‘El hombre del norte’ no es una simple versión más. Y es que Robert Eggers se ha inspirado realmente en la leyenda nórdica en la que en su día Shakespeare ya tomó como punto de partida: el mito de Amleth, que, como ya sabréis, es el protagonista de la cinta. No, no era un guiño al autor inglés. Va más allá.
Ser o no ser a la vikinga
Hace más de cuatro siglos del estreno de ‘Hamlet’, pero en realidad el dramaturgo se inspiró en una antigua leyenda que algunos creen que se remonta a antes del siglo X, en un poema nórdico antiguo basado en la tradición oral que no ha sobrevivido hasta nuestros días. Si queremos leer la versión más antigua tendremos que acudir al ‘Gesta Danorum’ de Saxo Grammaticus, un historiador danés que vivió en el siglo XII, más concretamente al cuento ‘Vita Amlethi’.
En esta versión, Amleth es el hijo de Gerutha (hija, a su vez, del rey de Dinamarca) y Horvendill, un vikingo que acaba de matar al rey de Noruega. Sin embargo, Feng, el hermano de Horvendill, lo mata por celos y se casa con Gerutha. Amleth decide fingir locura para no correr el mismo destino que su padre, pero después de pasar con éxito algunas trampas de Feng, es enviado al Reino de Mercia con dos asistentes y unas tablillas en las que está indicado que el rey debe acabar con él.
Pero ya sabéis cómo es la burocracia: Amleth modifica las tablillas para que pongan que el rey debe matar a sus asistentes. Además, ya que está, se casa con la princesa. Un año después vuelve a Dinamarca, donde se cree que ha muerto. Es el mejor momento para ejecutar su venganza y asesinar a Feng, siendo proclamado rey justo después.
Su suegro, el rey de Inglaterra, jura venganza contra Amleth por la muerte de Feng, pero en lugar de matarle él mismo decide que lo haga Hermuthruda, una reina escocesa que acababa a todos sus pretendientes. Pero en vez de fulminarle, se enamora de él, y Amleth termina así con dos esposas. Finalmente es Wiglek, el sucesor real del rey de Dinamarca, el que le asesina y, ya de paso, se casa con Hermuthruda. Toma ya.
Robert Eggers y la epopeya vikinga
No es que la historia naciera aquí de la nada: el propio Saxo se inspiró en la ‘Saga de Hrolf Kraki’, un mito escandinavo, y en la leyenda romana de Brutus (o al menos en su inicio), porque al final el arte, nos guste más o menos, está dividido en pequeñas obras que se inspiran unas a otras. Y eso es lo que ha hecho Robert Eggers, tomando de aquí y de allí para montar su epopeya.
Amleth está basada en una versión perdida mucho anterior que habría estado escrita en antiguo islandés, y había incluso una narración verbal antes. No estamos intentando hacer eso exactamente, pero es algo que se nota más antiguo, esperemos.
De momento, a tenor de la recaudación mundial, que parece haberse quedado anclada en los 25 millones de dólares (frente a más de 70 de presupuesto), parece que el público no tenía ganas de ver las desventuras de Amleth, aunque en este caso sea una versión absolutamente libre en la que algunos elementos clave se han dejado de lado (la locura) a favor de una visión más centrada en las epopeyas vikingas, una obsesión desde que en 2016 visitara Islandia con su mujer, Alexandra Shaker. De momento, y pese a su noble origen, parece que ‘El hombre del norte’ ha dejado frío al público.
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