Tenía 87 años, dos premios Oscar y un sinfín de material de primera entre guiones y libros. El irrepetible y legendario William Goldman falleció anoche en su casa de Manhattan, rodeado de familiares y amigos. Su salud era delicada desde hacía un tiempo y su corazón dijo basta. Descanse en paz el último guionista legendario de Hollywood.
Goldman comenzó como novelista, y pasaría a escribir guiones a partir de 'Agentes dobles', en 1965. Sus dos grandes éxitos fueron las irrepetibles 'Todos los hombres del presidente' y 'Dos hombres y un destino', por las que se llevó sendos premios Oscar, y dirigidas Alan J. Pakula y George Roy Hill.
Legítima leyenda
William Goldman escribió los guiones de grandes películas y favoritas de todo tipo de público, como 'Marathon Man', 'Misery' o 'La princesa prometida'. El autor de 'Las aventuras de un guionista en Hollywood' y su secuela, además de un súper clase, era un todoterreno.
En Hollywood nadie está libre de tropezar, y Goldman lo vivió en sus carnes, por ejemplo, con 'Memorias de un hombre invisible' el irregular intento de Carpenter por llevar a la pantalla la novela de H.F. Saint el año que 'Parque Jurásico' decidió resucitar a los dinosaurios.
El bueno de Goldman hizo lo que pudo en 'Criaturas feroces', puso su granito de arena en la carrera de Clint Eastwood e hizo buenas migas con Simon West, para el que adaptó su propia novela en 'Jugada salvaje' tras haber trabajado juntos en 'La hija del general' a finales de los 90.
Maestro de la escritura cinematográfica y uno de los más sobrios adaptadores de Stephen King, William Goldman deja un legado, una bibliografía y una filmografía de la que echar mano en cualquier momento. Hoy sería un buen día para hacerlo.
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