El sábado se amarga un poco para los cinéfilos con la noticia de la muerte de Nicolas Roeg. El influyente realizador británico, conocido sobre todo por sus trabajos en las décadas de los 70 y 80, falleció a la edad de 90 años aunque siempre nos quedarán sus películas.
Su carrera como director terminó la década pasada, sin embargo, el nombre de Roeg volvió a sonar mucho este año gracias a la aclamada 'Hereditary' ya que una de sus grandes referencias era 'Amenaza en la sombra' ('Don't Look Now', 1973), uno de los trabajos más fascinantes del cineasta. Otra de sus obras más recordadas es 'El hombre que cayó a la Tierra' ('The Man Who Fell to Earth', 1976), protagonizada por David Bowie.
No fue la única vez que contó con estrellas de la música como actores de sus películas; también dirigió a Mick Jagger en 'Perfomance' (1970), su ópera prima (debut en colaboración con Donald Cammell), y a Art Garfunkel en 'Contratiempo' ('Bad Timing', 1980). Su interés por historias poco convencionales y desestructuradas, sumadas a un estilo personal más lírico que narrativo, le convirtieron en un autor original y estimulante. Sus trabajos no fueron éxitos de taquilla pero con el tiempo se han convertido en títulos de culto.
"Me han dicho que mis películas son difíciles de vender. No es una película de horror, no es un thriller. Sí, hay una historia de amor pero difícilmente podría llamarse un romance. A la gente le encanta meter cosas en cajas, clasificadas en un género. Pero sólo es la vida." (Nicolas Roeg)
Con 'Walkabout' (1971), su segundo film, fue candidato a la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Otro de sus trabajos más destacados son 'Eureka' (1983), protagonizada por Gene Hackman y Theresa Russell (casada durante años con Roeg), y 'La maldición de las brujas' ('The Witches', 1990), basada en el libro de Roald Dahl y con la última labor del mítico Jim Henson en la creación de las criaturas.
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