Este fin de semana, el mundo del cine recibió un gran susto, ya que el director en activo más longevo y decano en la profesión –el único cineasta vivo que ha trabajado en la época del cine mudo—, el portugués Manoel de Oliveira, era hospitalizado por causa de una insuficiencia respiratoria. Por fortuna, por el momento, el director se está recuperando, lo que supone, tras el sobresalto, la oportunidad de dar una noticia positiva, en lugar de la más temida desde hace ya algunos años, que no hay que desperdiciar.
El Centro de Salud de Vila Nova de Gaia ha comunicado que Oliveira se está recuperando "lenta y progresivamente", aunque va a "permanecer internado en el servicio de Cardiología del Centro" en el cual lleva desde el viernes, "por insuficiencia cardíaca congestiva descompensada, sufrida en el contexto de una infección respiratoria", según ha declarado la unidad hospitalaria de este centro que se encuentra al norte del país vecino.
Nacido en Oporto, el 11 de diciembre de 1908, padecía desde hacía años de problemas cardíacos. En 2010 ya le fue colocado un marcapasos en el corazón.
De joven le gustaban la lectura y la geometría, pero muy pronto manifestó su pasión por el séptimo arte. En los tiempos del cine mudo, hizo sus primeras apariciones en pantalla. En 1931, dirigió su primer corto, el documental 'Douro, faina fluvial'.
En 1942 dirigió 'Aniki Bobó', que lo consagró. A partir de ahí, vinieron títulos como 'El pintor y la ciudad' (1956), 'Benilde ou a Virgem Mãe', de 1975… 'El convento' (1995), 'Viaje al principio del mundo' (1997), 'El puerto de mi infancia' (2001), 'Una película hablada' (2003) o 'Singularidades de una chica rubia' (2008) son algunos de sus títulos más importantes.
Oliveira se encuentra con buena disposición y tiene incluso la intención de seguir dirigiendo cine. Su próximo proyecto es una adaptación de la obra del escritor brasileño Joachim Machado de Assis, 'La Iglesia del Diablo'.
Hace apenas unas semanas grabó un cortometraje en Guimaraes, en el marco de un vasto programa artístico lanzado por la ciudad con motivo de la condición de Capital Europea de la Cultura que ostenta este año. Todavía está pendiente, asimismo, el estreno de su largometraje "O Gebo e a Sombra", que será presentado en el Festival de Venecia a finales de agosto.
El cineasta portugués es un ejemplo de perseverancia y un caso digno de admiración, por lo que esperamos que se recupere completamente y reciba el alta y siga dándonos la oportunidad de publicar noticias a su respecto, pero en el sentido de películas rodadas y estrenadas y de proyectos realizados.
Vía | Sic Noticias.