Hoy, 13 de septiembre de 2022, el séptimo arte llora la pérdida de una de sus últimas leyendas vivas. Jean-Luc Godard, pieza clave de la evolución y refinamiento del lenguaje cinematográfico, motor impulsor de la Nouvelle Vague y uno de los nombres más influyentes ya no sólo a nivel europeo, sino a nivel mundial, ha fallecido a los 91 años de edad según han informado sus familiares al medio galo Libèration.
Godard, el revolucionario
Nacido en París un 3 de diciembre de 1930, Godard creció y cursó sus primeros estudios en Suiza, únicamente para regresar a la capital francesa y cursar estudios de etnología en la prestigiosa universidad de la Sorbona. Fue durante esos años cuando comenzó a aflorar su pasión por el medio cinematográfico, convirtiéndose en un rostro reconocido en los cineclubs de la ciudad.
Su toma de contacto laboral con el medio cinematográfico fue en el campo de la crítica, en el que colaboró en la prestigiosa publicación Cahiers du Cinéma junto a su fundador André Bazin y otros críticos reconvertidos en cineastas de la talla de Éric Rohmer, Jacques Rivette, Claude Chabrol y François Truffaut.
Fue, precisamente, junto a estos dos últimos —Truffaut en calidad de guionista y Chabrol de colaborador—, con quienes dio forma a su primer largometraje, que se estrenó en 1960 bajo el título de 'Al final de la escapada' —'À bout de suffle'— y que protagonizaron Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg. Gracias a él, Godard se alzó con el Oso de Plata en el Festival de Berlín, dando el pistoletazo de salida a una carrera tan prestigiosa como laureada.
Ese mismo año, el autor franco-suizo rodó su segundo largometraje, titulado 'El soldadito', en el que trabajó con Anna Karina, quien se convertiría en su segunda esposa; otra de las muchas colaboraciones con miembros de la Nouvelle Vague que dieron como resultado títulos de la talla de 'Banda aparte', 'El desprecio', 'Vivir su vida', 'Alphavile' o 'Pierrot el loco'.
La carrera de Godard, que pasó por un periodo de fuerte reivindicación política a finales de los 60 y la primera mitad de los 70, se tradujo en infinidad de galardones y reconocimientos, incluyendo el Óscar honorífico de 2011, numerosas estatuillas en certámenes como Berlín o Venecia y, por supuesto, los premios del Jurado y la Palma de Oro especial en Cannes 2014 y 2018 por 'Adiós al lenguaje' y 'El libro de las imágenes'; sus dos últimos largometrajes.
Despedir a Jean-Luc Godard implica hacerlo a una figura que cambió radicalmente el modo de ver, hacer y analizar cine, y a un cineasta cuya obra perdurará ya no sólo a través de sus trabajos, sino de su influencia en realizadores de prestigio contemporáneos como su fiel devoto Quentin Tarantino. Descanse en paz.
Ver 12 comentarios