‘Caballero Luna’ (Moon Knight, 2022) es la próxima serie de superhéroes de Disney+ protagonizada por Oscar Isaac y parece una propuesta diferente a lo que Marvel Studios nos tiene acostumbrados. Con Jeremy Slater de ‘The Umbrella Academy’ como el showrunner y desarrollador de la misma, la noticia que encendió el radar de muchos fans del fantástico es que la pareja de directores Justin Benson y Aaron Moorhead se encargan de la realización de los últimos dos episodios, el clímax de la serie.
¿Qué tienen de especial estos dos directores? Pues que han estado haciendo películas de género alucinantes de muy bajo presupuesto durante la última década, encargándose de los créditos de dirección, guion, fotografía y montaje entre ellos dos. Por ello, su espíritu “do it yourself” parece chocar de lleno con lo que significa Marvel, y sobre todo las limitaciones que ofrece en cuanto a su marco de público objetivo y grandes presupuestos.
Por qué Benson y Moorhead
Pero entre las películas de Benson y Moorhead que les han procurado una base de admiradores dedicados también han alternado dirección de episodios de series, que casi siempre conectan con su particular universo fantástico. Por ello, su aproximación a ‘Caballero Luna’ genera mucha curiosidad, por saber hasta qué punto su estilo se ha reflejado en el de Marvel y si han conseguido romper lo esperable y llevarlo a su terreno.
Un terreno en el que afloran los cultos, fenómenos paranormales, conceptos alrededor de viajes en el tiempo rompecabezas y en el que incluso ellos mismos, además de ocuparse de la mayoría de los roles de producción, se ponen delante de la cámara como actores. Defienden este estilo de bricolaje, estirando los presupuestos ajustados haciendo cine con sus amigos y asumiendo riesgos narrativos con cada película nueva, sin miedo hacer un cine raro, confuso o alocado, por ello son dos de los cineastas más singulares de la actualidad.
Combinan el terror cósmico y la ciencia ficción, mientras tratan misterios antiguos en un entorno moderno. Su diálogo suele ser naturalista, espontáneo y a menudo cómico, en contraste con todo lo anterior, lo que le da un toque distintivo a sus películas. Pero el humor no significa que se tomen a broma el género. Sus personajes a menudo lidian seriamente con cosas que no pueden explicarse, desde bucles temporales interminables, amantes mutantes, y cultos a la muerte que esconden un poso de tragedia y oscuridad.
El germen de su núcleo creativo
La pareja creativa se forjó cuando se conocieron hace 13 años en el trabajo de Benson, Aaron acababa de llegar tras graduarse en la Universidad Estatal de Florida y coincidieron en una mesa de la comida y acabaron hablando de libros de Stephen King, cuando Justin iba a dejar el trabajo para entrar en la escuela de medicina, se plantearon hacer una película de micro presupuesto con el dinero de sus propinas y ahorros, hicieron ‘Resolution’ (2012) saliendo a una cabaña y por azares del destino entró en el Festival de Cine de Tribeca.
Pero antes de meternos en ella, vayamos con la película que les puso verdaderamente en el foco. ‘Spring’ (2014), una película sobre un hombre que decide ir de vacaciones para olvidar sus problemas a un pequeño pueblo costero en el sur de Italia, donde se siente atraído Louise, una chica cuyas señales confusas son difíciles de descifrar. Después de algunos pasos en falso, lo que comienza como una amistad de vacaciones se convierte en una relación más profunda, hasta que se revela el por qué del comportamiento inusual de Louise (y su condición desagradable de la piel).
Sus particularidades son resultado de su regreso evolutivo y cíclico al estado de un ser tentacular de 2000 años. Una vieja monstruosidad primigenia que evoluciona y se revierte en forma de mujer humana. Las raíces independientes y el tono de comedia romántica indie conectan ‘Spring’ con el mundo mumblecore, logrando un híbrido entre algo como ‘Antes del amanecer’ y el cine de terror, un logro tonal sobre un terreno inseguro que hace que su apuesta merezca la pena.
Atención mundial y la dupla mágica
No es de extrañar que la película les procurara admiradores que incluyen a Richard Linklater, creador de la trilogía de ‘Antes del amanecer’ y a Guillermo Del Toro, experto en amores con criaturas anfibias con su ‘La forma del agua’ (2018). Lo que nadie esperaba es que Pixar apareciera con ‘Luca’ (2021), un romance en la costa italiana entre un nativo y un extranjero americano, con un girito monstruoso en donde lo único que cambia es el género de los protagonistas y el punto de vista de su relación. La inspiración parece clara.
Volviendo a su primera película, en 2017 cobró un nuevo significado cuando se reveló como una pieza de rompecabezas que encaja dentro algo más grande gracias a ‘El infinito’ (The Endless, 2017), la historia de dos hermanos (interpretados por Benson y Moorhead) que escaparon de una secta de “muerte y ovnis”, al estilo del real Heaven’s gate, para decidir regresar 10 años más tarde. Esta recuperaba algunos de los temas e ideas explorados en ‘Resolution’, e incluso recuperando algunas caras conocidas.
Parece como si estuvieran componiendo un universo compartido en secreto, pero en realidad la coincidencia es más temática. ‘Resolution’ trata sobre dos amigos, Mike (Peter Cilella) y Chris (Vinny Curran), que encontramos en una cabaña decrépita para ayudar a uno de ellos a dejar su adicción a las drogas. En ‘El infinito’ también hay un viaje de dos hermanos viajando a Camp Arcadia. En ambas hay una presencia desconocida fundamental para la disección del encuadre narrativo de los directores, y al darle voz a lo que no se ve, una presencia amenazante, malévola e invisible.
El terror invisible de su universo compartido
El punto de vista del público es el de los personajes. En ‘El infinito’ la perspectiva del monstruo se manifiesta en grabaciones físicas esparcidas como fotografías, registros y cintas de vídeo. “Es cómo se comunica con nosotros”, dicen. En los rituales del culto vemos una actividad llamada The Struggle, donde una persona tiene que participar en un tira y afloja con un largo trozo de cuerda que se extiende hacia la oscuridad. Esto extrapola el terror a lo desconocido, porque no solo nunca se vislumbra esta amenaza inminente, sino que su perspectiva manipular a los personajes en su propia historia.
No lo vemos, nunca aparece y nunca está frente a la cámara, pero está cerca, es un fantasma ausente que fascina a Mike, uno de los dos tipos encerrados en la cabaña, en sus descubrimientos de diferentes tipos de medios como celuloide, fotografías, cintas VHS o vinilos, detalles que tendrán continuidad en otros trabajos de los directores. Sin embargo, sobre si sus películas forman un universo compartido contaban a digitalspy:
"Todavía no hemos encontrado nada que describa con precisión el mundo de esas películas. Nos gusta decir que encajan entre sí como piezas de un rompecabezas, o que completan los misterios de cada una de alguna manera. Pero no, cuando empezamos a hacer esto, la idea de pensar que estábamos haciendo un universo cinematográfico era una arrogancia muy aterradora para nosotros. Como, ‘¿Quién vio Resolución? Nadie vio Resolución, pero vamos a hacer otra’".
El salto hacia adelante
Hay muchísimo sobre lo que se puede hablar de ‘Resolution’ y ‘El infinito’, sobre sus reglas, su mundo de bucles imposibles y sus implicaciones apocalípticas, da para cinco entradas como la presente, pero esto no significa que su penúltima película no tenga también cierta relación. ‘Synchronic. Los límites del tiempo’ (2019) es un pequeño salto de producción, no a un nivel de blockbuster, pero suficiente para ver una versión menos centrada en el terror y más encajable como un thriller de ciencia ficción.
Justin Benson y Aaron Moorhead se alían con Anthony Mackie –puede que este eslabón sea el que les lleva a Marvel— y Jamie Dornan, que interpretan a una pareja de paramédicos de Nueva Orleans que descubren una serie de muertes espantosas y difíciles de explicar en el trabajo mientras lidian con vidas personales turbulentas. Hay una nueva droga en las calles que está matando a los jóvenes que, como les explica un científico, es como la aguja de un tocadiscos en el que la propia vida fuera el disco.
Es casi como una versión comprimida de ‘Tenet’ de Christopher Nolan que, sin ser tan redonda como otras de sus películas, explora una vertiente presente en su mundo de tiempo elástico y amistades masculinas emotivas. Entre película y película la pareja ha ejercido de productores de películas de terror muy indies como ‘After Midnight’ (2019) de Jeremy Gardner, donde Justin también aparece como actor y la pandémica ‘She Dies Tomorrow’ (2020) de Amy Seimetz, reforzando su papel como nuevos nombres del cine de género americano de factura entre amigos.
La televisión y el futuro
Antes de ‘Caballero Luna’, el dúo ha ejercido como realizadores en televisión en distintos proyectos en donde, si bien no han tenido mano en la escritura, sí se adaptan bien a su filosofía y temáticas. Uno fue un divertido episodio de horror submarino en el revival de la serie ‘The Twilight Zone’, una de las grandes influencias de su trabajo. Otro fueron donde encajaron mejor fueron dos episodios de la sensación de Netflix ‘Archivo 81’, que tiene todo lo que les gusta: cultos lovecraftianos, vídeos, material de archivo y hasta saltos temporales.
Dentro de estos trabajos tendrán la oportunidad de dirigir el piloto de la nueva temporada de ‘Loki’ para Marvel, que también tiene dimensiones alternativas, variantes y ciencia ficción propia de ‘Doctor Who’, que les encaja como un guante. Sin embargo, su nueva película será un regreso a las raíces, la modesta ‘Something in the Dirt’ que tendrá a Benson y Moorhead retomando los roles de codirectores, coprotagonistas y reparto de guion, fotografía y montaje, una película rodada en pandemia que ha tenido buena recepción en festivales.
Su trama sigue a dos confinados en Los Ángeles que experimentan elementos sobrenaturales que causan estragos en su edificio de apartamentos, y se convierte en una locura metacinematográfica que, utilizando el marco de múltiples fuentes documentales reales (incluidos vídeos personales de su infancia) para mantener una apariencia de cohesión narrativa, parece que examinan el mundo de las conspiraciones y los foros de iluminados para ofrecer otro inclasificable relato de paranoia, comedia negra, ciencia ficción y horror sobrenatural que parece compartir tono con ‘Expediente X’ y cimentar su particular universo cinematográfico casi de cine dogma.
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