A punto de finalizar el año, ya empezamos a saber quiénes van a ser los directores nominados a los premios de la industria hollywoodiense este curso. En mi caso, y lamentándolo mucho, voy a tener que romper mi promesa un año más de no ver los Oscar (ceremonia que sigo en directo, sin faltar nunca a la cita, desde 1991, casi nada…), unos premios que cada vez me causan mayor indiferencia porque su impacto real, no el comercial, sino el prestigio, es nulo. Pero me va a poder el morbo de ver a tres de mis directores predilectos nominados, como parece casi seguro que va a ocurrir. El año pasado, Alberto y yo nos dejamos la piel toda la noche, para una tomadura de pelo, tanto de nominaciones como de premios finales. Y este año puede tener más interés el asunto.
Revisando noticias en Hollywood Reporter me encuentro con estos tres vídeos, de una entrevista en plan mesa redonda (aunque bastante estrecha), y no me resisto a compartirlos con vosotros, porque no tienen desperdicio a pesar de que podría haber dado bastante más de sí la cosa. Ya sé que no hay subtítulos, aunque en el link de abajo del todo viene incluida una transcripción casi literal de todo lo que estos seis cineastas (Bigelow, Cameron, Tarantino, y tres más) charlan de manera bastante distendida. Irresistible ver a Bigelow (cada día más guapa…¿cómo lo hará? ¿un pacto con el diablo?) sentada al lado del cada vez más enorme Tarantino.
De Cameron hicimos un especial, de Bigelow repasamos casi todas sus películas, y de Tarantino se está ocupando actualmente Jesús León. Que estén los tres nominados este año a los Oscar como directores, con sus películas también finalistas, y en el caso de Tarantino y Cameron probablemente también al mejor guión original, sería completamente comprensible y justo. Los tres son artistas eminentes, auténticos directores de cine, y pese a las pocas películas que han dirigido, y las equivocaciones que todo director puede (y debe) cometer, ya son historia del cine, leyendas vivas, y ellos lo saben. Y los tres han vuelto este año (excepto Bigelow, cuya película es de 2008, pero compite por 2009 ya que no se estrenó en EEUU hasta este año…) demostrando de lo que son capaces.
Tiene su coña marinera ver a Tarantino sentado junto a Peter Jackson, que este año presenta ‘The Lovely Bones’ y que va a ser ignorada probablemente en los Oscar, por varias cosas. Primero porque siendo Tarantino un tipo tan alto y cada vez más entrado en kilos, y siendo Jackson tan bajito (y ahora que ha perdido su considerable volumen de antaño), casi parece que a Jackson le han dado la silla más bajita que encontraron. Segundo porque no existen dos directores más antitéticos que ellos: aún recuerdo las declaraciones de Tarantino en contra de crear personajes a lo ‘Matrix’ o ‘El señor de los anillos’, “si quisiera eso metería la polla en la nintendo”. Si nos fijamos, casi ni se miran a los ojos, y si prestamos atención a la conversación, se lanzan no pocas pullas veladas entre ellos. Pero en el contexto de cine apasionado, visceral, vehemente, que representan Cameron, Bigelow y el propio Tarantino, el cine digital (ya anquilosado, después del asombro de ‘Avatar’), mecánico, sin alma, de Jackson no tiene cabida.
‘Inglourious Basterds’ debería ganar, este año, el Oscar a mejor película, director, guión original y actor principal, por lo menos. El último seguramente es imposible que lo gane, porque a Christoph Waltz, que se llevó el premio al mejor actor en Cannes con todos los merecimientos, le van a nominar a esa estupidez de premio de mejor actor secundario, cuando la película es enteramente suya, y si él es de reparto, entonces todos lo son. Actualmente, se considera a Tarantino un moderno, un hábil tejedor de barbaridades. Pero estoy convencido de que esta magistral película será considerada dentro de veinte o treinta años como una cumbre del cine de esta década, por su arrollador ingenio, su elegancia y su generosa emoción. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
En cuanto a ‘The Hurt Locker’, a todos nos ha sorprendido que en esta carrera se haya colocado como una de las grandes favoritas, cuando hace unos meses nadie daba un duro por ella. Es una buena y noble película, con secuencias memorables, y puede significar el primer Oscar al mejor director para una mujer. Sería extraordinario que se lo concedieran, precisamente, a Bigelow, que durante muchos años ha luchado por una carrera que ha carecido de la fluidez que muchos de sus admiradores hubiéramos deseado. Darle el Oscar sería reconocer el inmenso talento demostrado en ‘Point Break’ o ‘Días extraños’, y que después de algunos años sin rumbo (con ‘El peso del agua’ y ‘K-19’) regresa con toda su fuerza en este demoledor bélico que pese a un arranque dubitativo se afirma a medida que avanza hasta un final desolador y prácticamente redondo.
Su ex-marido, James Cameron, será nominado por ‘Avatar’, aunque parece difícil que repita el éxito de ‘Titanic’, pero nadie le podrá disputar un buen número de premios técnicos. Ya he dejado aquí mis impresiones sobre esta maravilla. Es divertido verle bromear en estos clips con Tarantino (que tanto admira su habilidad en las secuencias de acción) y hacer poco caso a Jackson, con quien le une, sin embargo, ese amor por el cine espectáculo. Cameron ha echado mano del equipo de Weta Digital de Jackson para su hazaña visual, y la batalla final de ‘Avatar’ deja bien claro la diferencia entre él y Peter Jackson, cuya batalla final en la sosa ‘El retorno del rey’, palidece en comparación. Esto deja bien claro el abismo estético y creativo que separa a ambos directores.
En cuanto a Lee Daniels (director de la bochornosa ‘Precious’) y a Jason Reitman, que puede ser nominado también por ‘Up in the Air’, parecen estar en otra conversación, y desde luego están en otro nivel. Daniels no se cansa de hablar de su pasado en el Bronx, y Reitman, un director apreciable aunque en ningún modo sobresaliente, charla con sensatez de aspectos de su carrera y de su visión del cine. Echadle un vistazo a los vídeos, merece la pena.
Vía | Hollywood Reporter
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