Peter Bogdanovich, las historias de Hitchcock y los trucos del suspense

Una de las cosas más impresionantes de Peter Bogdanovich es su amplia sabiduría sobre el cine y sobre la infinidad de anécdotas que le contaron directores como Orson Welles, Howard Hawks, Alfred Hitchcock, John Ford o Fritz Lang, por nombrar algunos de los grandes directores que entrevistó y sobre los que luego escribió un libro. Y es que conviene recordar que antes de director fue un magnífico crítico cinematográfico.

Comento esto porque dos de las anécdotas que más le gusta contar pertenecen a Alfred Hitchcock, y como me parecen excelentes, vamos a reproducíroslas.

La primera habla sobre el arte y la forma cómo contar una película:

Hay dos hombres que entran en un cuchitril, se sientan uno frente al otro, hablan del tiempo, de fútbol, de automóviles. Una conversación aburrida. De pronto estalla una bomba. Y se produce un gran shock... Podría ser, en cambio, que los dos hombres entraran en el cuchitril, que se sentaran uno frente al otro y que la cámara mostrara entonces, debajo de la mesa, una bomba con temporizador, y que la aguja avanzara impertérrita, segundo a segundo. Cada una de las aburridas palabras tendría otro sentido, y crecería la tensión hasta que la bomba explotara.

Sin lugar a dudas el supense de la segunda forma de contar la historia no tiene comparación ante el shock provocado por la repentina explosión. La forma que proponía Hitchcock, es la manera cómo se rodaría esta escena en el cine clásico. La que provoca el shock, la forma de rodarla del cine actual. ¿Cuál preferís u os parece mejor?

La segunda cita utilizada por Bogdanovich, se refiere a una anécdota que le encantaba contar a la macabra mente de Hitchcock cada que subía a un ascensor:

Un grupo de personas entraba en el ascensor, y Hitchcock cambia de repente la conversación. "La sangre había salpicado las paredes, se vació sobre el suelo, no dejaba de manar de su boca y su nariz". A continuación, siguió dando detalles macabros. Luego comentó: "Así que tuve que cogerle la cabeza y le pregunté qué le había pasado". Justo en ese instante el ascensor llegó a la planta baja, se abrieron las puertas, nadie se movió. Hasta que tuvo que ser Hitchcock el primero en salir. Bodganovich lo alcanzó enseguida: "¿Y entonces qué le dijo?". "¿Qué me dijo quién?", preguntó el director de Psicosis. "El de la sangre", dijo Bogdanovich.

Se trataba de una historia medida para demostrar cómo se debían manejar los trucos del suspense. Y bien pensado, estas dos historias a Peter Bogdanovich le dan muchísimo juego.

Vía | El país Más información | Films in review

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