Hoy retomamos nuestro Diccionario Teléfilo con uno de los términos televisivos más utilizados diariamente por programadores, críticos y espectadores. Hablamos de formas de comportamiento entre cadenas, entre parrillas de programación en las que en medio estamos los espectadores y por encima nuestra, los índices de share y los anunciantes. Solemos referirnos popularmente a contraprogramación cuando una cadena sitúa una serie, un programa o una película muy fuerte frente a otro, con el fin de arrancar el público de una cadena de la competencia, para liderar en audiencia un día completo o una franja de prime time, por ejemplo. Pero, ¿estamos en lo cierto? Sin embargo, este término (originalmente estadounidense) no significa lo que parece y lo hemos adoptado incorrectamente.
El concepto contraprogramar procede originalmente de counter programming, y se refiere a una estrategia con otra intención: ocurre cuando una cadena opta por programar algo que sea capaz de alcanzar o conseguir una franja de audiencia no interesada en el programa más fuerte de la competencia. Aquí hemos entendido el concepto de contraprogramación como arrancar toda la audiencia posible. Una curiosa diferencia más entre nuestra pantalla y la del otro lado del charco.
También solemos confundir contraprogramar con otra práctica, de nombre más técnico, llamada stunting. Muchas veces decimos que una cadena ha contraprogramado cambiando la programación sin previo aviso. Por ejemplo, un partido de fútbol frente a una serie, cuando lo que realmente queremos es referirnos a esta estrategia. El stunting se produce cuando lo que una cadena busca es desestabilizar a la competencia por completo. Es, literalmente, cambiar la programación con muy poca antelación, en el mismo día, e incluso sobre la marcha, de tal forma que la competencia no puede reaccionar. Significa tirar por la borda toda la promoción de un programa o serie, intentando ser la cadena líder ese día a costa de lo que sea. Es una técnica utilizada más de lo que pensamos, y sirve de recurso a muchos programadores cuando la cuota de pantalla mensual de la cadena no marca el porcentaje que requieren las directrices.
Una vez más, esto es una demostración de que la televisión es una empresa como otra cualquiera, entre las muchas estrategias que existen para situar un programa en parrilla y acertar lo máximo posible para que se convierta en un éxito.
En ¡Vaya Tele! | Diccionario Teléfilo: Sweeps
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saragdimercurio
Buenas! Bueno no suelo escribir ni comentar blogs en general, pero tenia ganas de darte las gracias por tus entradas porqué, bueno, aquí, en Cataluña al final de 2o de Bachiller tenemos que presentar y exponer un trabajo "de investigción" final, parecido a una tesis de final de carrera, para que me entiendas, y en mi caso, dado que en un futuro me gustarái estudiar Comunicación Audiovisual, mi trabajo trata sobre las audiencias televisvas y el marco práctico sobre las lucha entre cadenas por la audiencia, en concreto, y sinceramente, tus entradas me estan ayudando bastante. Así que, GRACIAS!!
eleny
Está interesante el artículo, ¡no sabía su origen!
harverto
Para contraprogramación, la de ayer jueves de Cuatro con House, jorobando y bien a A3 y su Miénteme.
Aunque no llega a las salvajadas que se hacían antes, poniendo peliculones en el último momento para agredir a otras cadenas.
De todas formas, si uno lo piensa bien, es absurdo atacar a una cadena con un contenido similar, porque acaban perdiendo las dos.
Josevi
Al final todo acaba viendo toneladas de anuncios que es de lo que viven las cadenas. Fabulosa la política de A3 y sus cadenas TDT que cuando la cadena "madre" corta, todas cortan estén donde estén. Cada vez me planteo más seriamente pagar la tele por ADSL para huir de los anuncios.