Hace treinta años, Takashi Miike pensaba que toda que película que no fuera de kung-fu era basura. No obstante y para variar, en 1975, decidió ver una película distinta. Acudió a un sala de cine en la que ofrecían un programa de Chaplin con la intención de ver City Lights. Pero sólo quedaban entradas para la sala de pie. Y como su orgullo sólo le permitía ver de pie películas de Bruce Lee y además el filme de Chaplin estaba colorizado, decidió entrar a ver la película que exhibían al lado.
En realidad, tenía mucho tiempo libre. Me sentía abandonado, como si aquel filme clásico me estuviera rechazando. Para escapar a mi soledad, fui al cine de al lado. En el cartel había un hombre que usaba una máscara de piel y portaba una sierra mecánica.
Miike pensó:
¿Por qué estoy pagando por ver una basura que me va a pegar el susto de mi vida?
La película era, desde luego, la obra maestra del género The Texas Chainsaw Massacre de Tobe Hooper.
Cabezas eran partidas con martillo, partes corporales cortadas con sierra. Me dije a mí mismo: "Hey, esto es maravilloso. Las películas son jodidamente maravillosas"
Treinta años después. Takashi Miike se encuentra compartiendo el escenario con Tobe Hooper, en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Yubari. En un momento del evento, Hooper le dice:
Tu nueva película, Imprint, es realmente aterradora. Gracias a ti no pude dormir anoche.
Para Miike aquello fue una especie de cumplido que tomó tres décadas en llegar. Sin embargo...
Si yo no hubiera sido rechazado por City Lights hace todos esos años, este día probablemente nunca hubiera llegado.
El cuento anterior es una versión en español de una entrada del blog de Takashi Miike, traducida al inglés por Japan Film News. ¿De dónde saca tiempo este hombre para escribir un blog?
Vía | Filmmaker Magazine Blog