Nada de paz. Por mucho que Mediapro hubiese anunciado que no quería más guerra del fútbol, el dinero que está inyectando a los clubes es el arma silenciosa. Ahora son los propios equipos los que inician las hostilidades. Así, los aficionados de Espanyol y Valladolid se han quedado con las ganas de ver el estreno de sus equipos ya que el partido, que se debía emitir en la modalidad de pago por visión (PPV) a partir de las 20.00 horas de ayer sábado, sólo se pudo ver en canales internacionales.
El Espanyol ha vetado al equipo de producción y a las cámaras de Sogecable ya que Audiovisual Sport, el sello de la empresa de Prisa para los derechos de fútbol, no ha llegado a un acuerdo económico con el club.
Como no, Sogecable ha pensado en algo lógico: que la propia Mediapro, propietaria de los derechos del equipo catalán, haya presionado al club para que evitase la entrada de Sogecable en su campo. De ser cierto, es una táctica nueva: por un lado se dice que quieren paz, que las guerras entre productoras no tienen sentido, y por otro se presiona para que los equipos hagan el trabajo sucio.
Es bastante probable que, aunque Mediapro haya negado la acusación de Sogecable, su dinero y sus presiones tengan bastante que ver en el hecho de que el Espanyol decida tomar la peor opción: negar la entrada a las cámaras. De momento, los primeros perjudicados han sido los espectadores, que si querían ver el partido, a falta de dos minutos para el comienzo se han dado de bruces con la realidad.
Y cuidado, porque hoy quizás otros sigan el ejemplo. Tenemos lío para rato.
Vía | Notas de Fútbol En ¡Vaya Tele! | Los clubes de fútbol quieren pasar de Sogecable