Channel nº4 ha emitido hoy su programa 500 y, a la vez, su último programa. Al principio de la emisión se anunciaban sorpresas y un programa del que los presentadores desconocían el guión, un intento desesperado de dar emotividad a un programa que ha sido muy soso, sin contenido y con invitados que a la cadena le han salido muy baratos.
Por un lado, los inevitables comentarios de Fama que han incluido una conexión en directo con Rafa Méndez, uno de los profesores, y una actuación de un grupo de bailarines del programa. La familia del reportero Raúl en el plató. Pablo Motos, de la casa. Carlos Latre, antiguo colaborador del programa. Y Sardá, que ha aprovechado para pegar cuatro gritos y lanzar su diatriba electoral. El conjunto daba la impresión de ser un homenaje a Boris más que otra cosa.
Muy poco original ha sido el vídeo de los mejores momentos del programa que ha resumido los instantes más escandalosos y el final, con Ana y Boris bailando en pareja, ha sido una forma de terminar como empezaron, como una pareja sin ritmo en un baile que sólo han bailado ellos.
El programa no pasará a los anales de la historia porque se ha dejado llevar y ha traicionado sus principios. Al final, se ha demostrado que no han sido capaces ni de hacer un programa diferente ni de hacer el mismo programa que los demás. Dejan la puerta abierta a un nuevo proyecto del equipo, con una llave que abrirá quién sabe qué y con el plató abierto para acoger otros protagonistas. Francamente, no tengo ni la más mínima curiosidad.
En ¡Vaya Tele! | Cuatro retira Channel nº4
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