En definitiva, un reality que resulta entretenido gracias a sus muchos momentos risibles, aunque sea a costa de rozar la vergüenza ajena en demasiados casos.
Lo peor también sigue siendo lo mismo: galas eternas (¿Por qué en España no se puede hacer un programa en prime time que dure menos de tres horas?), falta de ritmo y lentitud.
Por no variar, Supermodelo no ha variado ni sus datos de audiencia respecto al año pasado. Si en la primera gala de su primera edición consiguió un 9,6% de share, ayer alcanzó el 9,7%. Aunque no es un mal dato, no es tan bueno como lo pudo ser entonces, en una cadena que todavía no tenía un año. Sobre todo si lo comparamos con la primera gala de Factor X, que consiguió un 12,3%.
En ¡Vaya Tele! | Supermodelo 2007, ¿realidad o ficción?