Dejando a un lado el trasfondo que puede tener el concurso en si, por potenciar la belleza exterior, las modelos demasiado jóvenes y la frialdad del mundo de la moda, el programa es bastante malo. Para empezar, se nos vende como un reality, pero no se le puede considerar ni siquiera eso, ya que la vida diaria que vemos de las "modelos" es prácticamente poca, sólo las vemos en sus ensayos, en sus clases y alguna vez en el dormitorio hablando entre ellas. A un servidor, lo que le interesaría sería ver como llevan la vida esas aspirantes a modelo, como comen, como se relacionan y como son realmente detrás de la pasarela, no solo como se echan a llorar porque le han cortado demasiado el pelo.
Y si dejamos a un lado los personajes de plató (Judit Mascó y el "jurado"), que no valen demasiado para estar ahi, sobre todo los que son extranjeros que se atragantan con el castellano, lo que me llama la atención es que nos encontramos con una saturación de publicidad durante el programa importante. En todas partes hay carteles de marcas publicitarias, que si Knorr Vie, que si los monovolúmenes son Lancia, que si las maletas son Roncato, que si en la peluquería hay un cartel de Rimmel colocado estratégicamente... No sé si esto es totalmente legal ya que la publicidad en programas debe ir acompañado de un rótulo que indica que lo es, pero creo que Cuatro ha buscado antes ganar dinero fácilmente con este reality que sacarle todo el jugo que puede llegar a tener.
Pero luego, misteriosamente, el programa alcanza cuotas aceptables de share y es un éxito para Cuatro. Misterios de la televisión.
En ¡Vaya Tele! | Antonia Dell'Atte animal de televisión