Más de un año de producción. Eso es lo que han necesitado en Mediaset y Verve Media para conseguir que 'Proyecto Bullying' sea una realidad y vea la luz en Cuatro (próximamente y conducido por el empático Jesús Vázquez). El nuevo programa, adaptado del original Holandés y que prepara su desembarco en otras televisiones, trata de poner el foco en una realidad social que afecta muchos niños en colegios e institutos: el bullying (o acoso escolar).
Manuel Villanueva, director general de Contenidos de Mediaset España, presentó ayer el nuevo formato para la prensa: como en otros programas de coaching, se trata de ayudar a jóvenes que están atravesando un mal momento en sus vidas. Pero a diferencia de 'Hermano Mayor', los protagonistas no son los agresores, sino los agredidos. Ellos acudieron al programa, que puso en marcha la búsqueda de casos. Según el director del programa, David Moreno, "más de 500 llamadas", que han acabado en 100 entrevistas y éstas, en la selección de cuatro protagonistas.
Que esta pequeña muestra de casos que finalmente formarán parte del programa no dependa de sus propios criterios de selección y se hayan visto forzados a seguir adelante con lo que tenían, es algo que no se aclara en la nota de prensa. Pero en algunas publicaciones apuntaban a que les faltaban casos de los que hablar y por eso se retrasaba su emisión. Mediaset atribuye el retraso a "una producción muy compleja para abordar con el máximo cuidado y rigor cada uno de los casos, cuyos protagonistas son jóvenes de entre 11 y 18 años".
Por un lado, parece como si Mediaset casi se hubiera convertido en el portavoz de la víctima del acoso escolar y si ha elegido sólo cuatro casos es porque ha tenido que ser muy selectivo. Según El Confidencial Digital y otras publicaciones, lo difícil era convencerles para denunciar su situación. Independientemente de las razones que haya detrás de la escasez de protagonistas, no hay que menospreciar el trabajo tan delicado que lleva realizar un programa con menores y en esas circunstancias.
Tanto es así que después de enviar los vídeos de los cuatro casos a las correspondientes Fiscalías de Menores de las comunidades afectadas, la sección de menores de la Fiscalía Provincial de Madrid ha comunicado a Mediaset su decisión: no podrán emitir los dos programas grabados en la comunidad, con lo que finalmente 'Proyecto Bullying' sólo durará dos programas, de momento A estas alturas y después del tiempo invertido, en Mediaset ya se habrán tomado el estreno como una cuestión de orgullo personal, aunque Villanueva asegura que respetarán lo que la ley diga.
El escrito especifica que "deberán de abstenerse de emitir en su cadena el programa visionado, o cualquier otro de naturaleza semejante, así como cualquier imagen o información de todo tipo referente a dichos menores que pueda afectar a su intimidad personal y familiar, a su honor, o utilizar su imagen de cualquier modo”. Las fuentes consultadas por el diario El Mundo, aseguran que la decisión de la Fiscalía se basaría en el uso de la cámara oculta (cuyo uso se considera ilegítimo en los trabajos periodísticos, desde que así lo decidió el Tribunal Constitucional) y en la aparición de menores identificables. Dos razones que no han aducido las otras dos Fiscalías (Cádiz y Segovia) que sí han dado el visto bueno a los programas.
Siempre según lo publicado por El Mundo, Mediaset asegura contar con el permiso de los padres, ergo la Fiscalía no debería intervenir a no ser que efectivamente considere que se vulneran los derechos de los menores (el clásico conflicto entre Derecho a la información Vs Derecho a la intimidad). La cámara oculta era fundamental en el formato, por otra parte: es la manera del programa de estar presente en unos hechos que ni los niños suelen denunciar ni llegan a oídos de los padres de la manera que plantea 'Proyecto Bullying'.
También ha sido esencial para su buen desarrollo el papel de Jesús Vázquez y el respeto que ha puesto en su trabajo. El presentador ha reconocido haber pasado por lo mismo durante parte de su adolescencia y tampoco le falta empatía, como reconoce Villanueva y sabemos todos los que le hemos visto desde que hablaba con "la basca". En todo caso, no quieren acusar ni criminalizar; el objetivo es darle la vuelta a la situación en esas aulas: "fomentar las relaciones positivas entre los compañeros, reforzar la autoestima de los jóvenes afectados y compartir con el grupo ejemplos de superación e integración a través de testimonios de invitados".
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