Pocos esperaban que 'John Wick' fuese a conseguir el éxito que tuvo tras su estreno en cines 2014, pero es que el interés del público hacia la franquicia protagonizada por Keanu Reeves no ha dejado de ir a más con cada nueva entrega. Con un Hollywood en el que los héroes de acción brillan por su ausencia, no cuesta entender por qué este antiguo asesino a sueldo ha conectado tan bien con la audiencia.
Hoy el público español tiene la oportunidad en Cuatro a partir de las 22:10 de (volver a) ver 'John Wick: Capítulo 3 - Parabellum', última entrega de la franquicia lanzada hasta la fecha que funciona como continuación inmediata de 'John Wick: Pacto de Sangre'. Eso ayuda a que la intensidad de la historia esté por todo lo alto desde el minuto 1 y nunca decaiga durante sus más de dos horas de metraje.
A por todas desde el inicio
John Wick ya había demostrado en varias ocasiones que era poco menos que un personaje legendario, algo que va aún más allá en una tercera entrega en la que está contra la espada y la pared de forma constante. Eso es algo que el director Chad Stahelski aprovecha para regalarnos multitud de escenas de acción con el estilo y la contundencia habitual de la saga.
De hecho, casi sería más conveniente hablar de una brutalidad mayor, pues en 'John Wick: Capítulo 3 - Parabellum' se nota que hay un intento de ir aún más allá de lo visto en las anteriores entregas, tanto en la forma de concebir cada una de esas escenas de acción como en su ejecución. En la mayoría de los casos con resultado positivo, pero también hay un par de momentos en los que da la sensación de que todo se está saliendo un poco de madre en aras de un mayor espectáculo.
No deja de ser un peligro con el que la saga ya coqueteó en 'John Wick: Pacto de Sangre', pero aquí sí que da la sensación de que la historia del personaje interpretado por Reeves no debería alargarse mucho más. Y es que sí, el actor se encuentra muy cómodo en el personaje y se agradece mucho una producción así desde Hollywood, pero quizá haya llegado el momento de realmente aprovechar ese rico universo para ir más allá de su letal protagonista o simplemente dejarlo estar.
Y es que ese mundo de asesinos con tentáculos en pocas partes resulta tan atractivo como conflictivo, porque de forma más o menos contenido aporta muchísimo, pero sus ramificaciones parecen ser tantas que llega un punto en el que a poco que uno se pare a pensar se da cuenta de que todo funciona mejor como una idea general que como algo que pueda sostenerse por sí mismo.
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Dicho esto, se agradece mucho que esta tercera entrega siga expandiendo ese universo en paralelo a ese intento de su protagonista de escapar de lo que parece una muerte segura, ya que añade variedad al relato e impide que llegue a saturar. A eso le añades lo efectiva que resulta la presencia de Mark Dacascos y los estudiantes del personaje al que da vida, el muy interesante punto en el que deja todo al final de su metraje y otras adiciones estimulantes como la de Halle Berry y te queda quizá la menos buena de las tres, pero también una gran película de acción.
'John Wick: Capítulo 3 - Parabellum' funcionó de maravilla en taquilla, ya que consiguió unos ingresos mundiales de 326 millones de dólares, casi el doble de los 171 que había conseguido la segunda entrega, la cual a a su vez había duplicado los 86 de 'John Wick'. Solamente el tiempo dirá si va a seguir creciendo a este ritmo, pero a buen seguro que no soy el único que está deseando ver su cuarta aventura.
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