A lo largo de los años 90 se estrenaron muchas películas de ciencia ficción inolvidables. Algunas muy buenas fracasaron injustamente en cines, pero otras sí consiguieron el respaldo popular. Uno de los mayores éxitos del género fantástico en aquella década fue 'Armageddon', el entretenidísimo espectáculo dirigido por Michael Bay y protagonizado por Bruce Willis.
Y es que 'Armageddon' fue un auténtico bombazo con unos ingresos mundiales de 553 millones de dólares, superando así con creces los 141 millones que hizo 'Dos policías rebeldes' ('Bad Boys') y los 336 millones de 'La Roca', los dos anteriores largometrajes de Bay, que volvió a encadenar otro éxito y aquí ya empezó a exhibir con total libertad ese estilo tan característico de su cine. Ese mismo que le hizo conectar con millones de espectadores pero también unas críticas muy duras.
Un grandioso entretenimiento
Más allá de los habituales palos al director, cabe destacar que la NASA todavía considera que 'Armageddon' es una de las películas de ciencia ficción más absurdas de la historia del séptimo arte, mientras que el famoso astrofísico Neil deGrasse Tyson creía que nunca dejaría de ser la más ridícula de todos los tiempos, pero luego cambió de opinión después de ver 'Moonfall', la demencial cinta de catástrofes dirigida por Roland Emmerich.
Por mi parte no me cabe duda de que la ciencia detrás de 'Armageddon' es completamente indefendible, pero eso es lo de menos, lo que me interesa es la dosis de entretenimiento que ofrece la película. Y es que da igual que la tenga en Blu-ray o que esté disponible en streaming, siempre que me la encuentro de casualidad en televisión, me quedo viéndola al menos un rato, normalmente hasta que hacen un corte a publicidad. Hoy es tan buen día como cualquiera para recuperarla y la tenemos disponible en Disney+.
Tanto por la energía que imprime Michael Bay tras las cámaras como su impresionante reparto (Steve Buscemi, Billy Bob Thornton, Owen Wilson o Michael Clarke Duncan, entre otros, de secundarios junto a Willis, Ben Affleck y Liv Tyler), algo que era habitual en las producciones de Jerry Bruckheimer de la época, 'Armageddon' tiene ese algo especial que la hace sobreponerse por encima de la improbable historia que nos cuenta.
Además, el carisma de Willis está a pleno funcionamiento, siendo Harry Stamper uno de los personajes más emblemáticos de toda su carrera. Y no me olvido tampoco de 'I Don't Want to Miss a Thing', el temazo que Aerosmith compuso específicamente para su banda sonora. Sin duda, otra de las claves de su éxito. Curiosamente, una de las estrellas de la película, Liv Tyler, es hija del líder de la banda.
Visualmente, 'Armageddon' se sigue manteniendo muy bien e incluso las escenas más criticables (pienso especialmente en el momento íntimo que comparten los personajes de Ben Affleck y Liv Tyler antes de que el primero emprenda su misión espacial) tienen cierto encanto. Claro está, puede que eso se deba a lo mucho que la disfruté siendo adolescente, pero como os decía antes, 'Armageddon' tiene algo que engancha y cada cierto tiempo vuelvo a ella, sin importar su abultado metraje (2 horas y media). Eso sí, también entendería perfectamente a quien la vea ahora por primera vez y acabe espantado por algunas escenas.
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