Pese a su corta vida, Cuatro se ha caracterizado por una intensa y convulsa carrera. La cadena inició sus emisiones en 2005, año en el que la audiencia comprobó que se podía extender la oferta de cadenas generalistas más allá de las tres grandes televisiones privadas que existían en ese momento. Cuatro nacía aportando un nuevo toque de color a nuestra televisión, algo que muchos agradecimos, y se adentró en esta aventura sabiendo que le quedaba un camino muy difícil por delante.
Ese camino le ha llevado a mostrarnos varias de sus caras, todas ellas enfocadas a ofrecernos una alternativa fresca a lo que hasta el momento de su nacimiento estábamos acostumbrados a seguir en televisión. Nos adentramos así en el mundo de los programas de actualidad y reportajes, los docushows y las ficciones extranjeras, principales bazas en las que la cadena ha centrado su prime time en los últimos años. Aún así, si algo ha caracterizado la vida de Cuatro tras su reciente fusión con Mediaset, ha sido la pérdida de algunos de los rasgos de personalidad más característicos que se había ganado a pulso.
Hoy en día no sabemos qué quiere ser Cuatro o, mejor dicho, en qué la quieren convertir sus nuevos dueños, que encontraron una cadena definida que han ido despojando de su esencia. Por eso no estamos seguros si Cuatro es la cadena que compite con laSexta a través de sus informativos y programas de actualidad y reportajes, si es la gran casa de la ficción internacional (aunque Telecinco sigue reservándose la emisión de algunas de ellas) o simplemente otra de las cadenas contenedores con las que cuenta Mediaset.
Una cadena desorientada
Quizá Cuatro quiera ser todas estas cosas (y alguna más) y por eso estemos ante una cadena que no es capaz de mostrar una estrategia de programación clara, algo que en estos tiempos que corren sí ha sabido definir el resto de la competencia. Lo que más ha llamado la atención de su parrilla en los últimos meses ha sido la improvisación a la que se ha sometido algunos de sus programas. El no estrenado "Guasap!" es el ejemplo más claro de ello, ya que se trataba de un programa para el acces prime time destinado a definir su imagen que nunca llegó a estrenarse.
En las últimas semanas también ha llamado la atención las ocasiones en las que su programación ha incluido espacios que han competido directamente con la parrilla Telecinco (el ejemplo más claro lo encontramos en la emisión de 'Expedición imposible' y 'Gran Hermano: el debate' durante el mismo día), pese a que estas dos cadenas pertenecen al mismo grupo de comunicación y deberían ser capaces de ofrecer una oferta diferenciada. Se trata de una estrategia errónea que no debería repetirse en el futuro y que muestra los palos de ciego que llega a dar Mediaset a la hora de programar sus dos cadenas principales, un aspecto que debería cuidar en el futuro.
El aspecto más novedoso que Cuatro presenta en la actualidad se encuentra en esos programas "tróspidos", un adjetivo del que parece que se ha adueñado para sacarle el máximo provecho posible. Así, se suceden los programas tipo '¿Quién quiere casarse con mi hijo?', 'Granjero busca esposa' o, el más reciente, 'Un príncipe para Corina', espacios con un gran éxito en las redes sociales que buscan entretener y divertir al público joven. Este es el gran filón que ha encontrado Cuatro en los últimos años, una serie de programas con el que ha conseguido ofrecer una imagen diferenciada del resto de la competencia.
Mucho menos ha conseguido destacar con los programas de actualidad y reportajes, que no consiguen situarse por encima de los que emite laSexta diariamente (ni siquiera lo hacen sus principales informativos). Esto provoca que laSexta consiga aventajar a Cuatro en cuestión de información, pese a que la cadena de Mediaset ha intentado revitalizar programas como 'Las mañanas de Cuatro' para arañar algunos puntos de share a su principal competidor, 'Al rojo vivo'.
Luchando en otra liga
En cuestión de audiencias, la cadena se encuentra muy lejos de la pelea por el liderato, por lo que se tiene que conformar por luchar en una batalla contra laSexta diseñada a su medida. En esta disputa, la cadena de Atresmedia parece estar comiéndole terreno, sobre todo por la incapacidad de reacción que ha demostrado Cuatro cuando la competencia ha estrenado una batería de programas en algunas de sus franjas más débiles. La cadena de Mediaset se ha quedado a la espera, dejando, por ejemplo, sus tres capítulos de 'Castle' por la tarde tras comprobar el buen recibimiento que tiene por parte de la audiencia, aunque suponemos que será un hecho que no durará mucho.
Precisamente la ficción extranjera es uno de los recursos que mayor alegrías le ha dado a Cuatro esta temporada. Series en prime time como 'Castle', 'Homeland' o 'Elementary' han conseguido superar ampliamente su share medio, lo que deja en evidencia una de las estrategias que sí funciona en su programación. El cine parece que puede ser otro de sus filones, sobre todo después de que Mediaset reaccionara otorgándole a Cuatro el estreno exclusivo de 'Fast & Furious 5', un evento que ha conseguido levantar el ánimo de su audiencia.
Aún así, la mayor debilidad que presenta Cuatro hoy en día se encuentra en sus programas diarios (incluso 'Lo sabe, no lo sabe' ha perdido seguimiento), un problema que afecta directamente a la media de audiencia que el canal consigue cada día. Es comprensible que veamos que laSexta le haya comido terreno a Cuatro en este sentido, sobre todo si comprobamos que, en esta particular batalla, la cadena de Mediaset no está mostrando la fortaleza necesaria que permita mirar a la cara a su principal rival.
A la caza de espacios rentables
En algún momento del futuro, Mediaset deberá replantearse refrescar la imagen actual que tiene Cuatro, ya sea a través de una buena batería de estrenos que renueven su parrilla o mediante una estrategia mucho más ambiciosa que muestre un verdadero cambio a los espectadores. Es lo que más necesita la cadena actualmente, que también sufre los aspectos más negativos de pertenecer a la misma familia de Telecinco, una cadena que no tiene buena imagen y que de alguna manera contamina parte de las decisiones que se toman en Cuatro.
Es uno de los aspectos esenciales que Cuatro no ha sabido mostrar tras su fusión con Telecinco y el que más le pasa factura en una época en la que cada cadena de televisión está intentando mostrar un toque personal que le haga distanciarse del resto. La cadena debe encontrar todavía más espacios que le consigan distanciarse, ya que corre el peligro de difuminarse en el amplio abanico de ofertas que existen hoy en día en la TDT.
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