Pero parece que de un tiempo a esta parte Cuatro ha decidido cambiar esta política, al menos, en algunos de sus programas. Channel nº4 se está pareciendo, desde que estrenó nueva imagen, progresivamente al desaparecido Crónicas Marcianas. Con Boris gritando más y más alto porque sus colaboradores gritan entre ellos, con esa mesa en la que uno se puede subir a hacer tonterías y esos temas del corazón que cada vez copan más la hora y poco que dura el programa. Y por no hablar del programa matutino Las mañanas de Cuatro, que hoy mismo ha presentado una exclusiva mundial sobre el accidente de Lady Di, y lo piensa emitir en varias ediciones la semana que viene, al más puro estilo Telecinco. ¿Es esto un cambio en las políticas de contenidos de Cuatro? ¿Es esto un dato significativo que Cuatro está empezándose a preocupar ya por las audiencias? Estas preguntas se contestarán con el tiempo, pero es una pena que una cadena que apuntaba maneras, empiece a parecerse peligrosamente a nuestras antiguas privadas.