En sólo cuatro años Cuatro puede felicitarse por haber conseguido un público fiel que responde a base de bien a sus iniciativas más convencionales. Aunque en sus inicios se declaraba como heredera directa del añorado Canal + y planteaba su irrupción en el panorama con aires de cadena alternativa, pronto el tiempo puso las cosas en su sitio.
Personalmente prefiero los aires de la cadena del principio pero es cierto, por otro lado, que en su actual modelo de negocio no entro como perfil de audiencia directo. No obstante, en todo este tiempo sí ha habido programas que me han gustado, y mucho. Aquí va mi top cuatro de Cuatro.
‘Soy el que más sabe de televisión del mundo’
Un concurso sobre televisión, claro, no podía ser de otra manera. Me gustaba no sólo por la temática sino porque como concurso tenía una estructura clásica, era dinámico, divertido y nos permitió conocer a verdaderos frikis de la televisión. La sección de los espectadores era fantástica y mi prueba favorita era la batalla de la música. Uno de los mejores concursantes en esta fase, Daniel Chicharro, se hizo con el triunfo final. Los especiales con famosos me conquistaron y Luis Larrodera se alzó con un triunfo más que merecido. La última temporada, con el cambio de formato que alargó el programa, fue un verdadero mazazo para el espacio.
‘Estas no son las noticias’
Llegó como una especie de versión de tarde de ‘Noche Hache’ pero el programa consiguió enseguida una entidad propia. Con un sentido del humor distinto, analizando la actualidad con reporteros y humoristas, dibujaba a diario un tapiz que repasaba noticias generales, hacía parodias de programas, daba voz a los espectadores y tenía secciones propias. Las audiencias llevaron a ‘Estas no son las noticias’ al late night, después de ‘Saturday Night Live’ y pasaron del formato diario al semanal pero estos cambios fueron la puntilla para un espacio que, desde mi punto de vista, mereció una valoración mejor.
‘Nada x aquí’
Siempre me ha gustado la magia y ‘Nada x aquí’ combinaba los números más espectaculares con los más clásicos, entrevistas a grandes magos, números en la calle y cámaras ocultas, mi sección favorita. Recuerdo especialmente a una cajera de supermercado que rompía el billete que le daba el cliente y luego lo recomponía. De todos los presentadores mi favorito era Piedrahita, aunque ahora no me hace gracia verlo en ‘El Hormiguero’ desvelando trucos. Recuperar los números de Juan Tamariz fue todo un placer, haciendo honor a la nostalgia de sus apariciones en la televisión. Siempre ha sido uno de mis magos favoritos, incluido su escenificación del violín con la que terminaba sus números.
Los simuladores
A pesar de ser una adaptación de una serie argentina, la producción que hizo Cuatro fue de libro. Un intento, por desgracia frustrado, de tener en parrilla una serie con un aspecto novedoso para el momento porque en aquel entonces las producciones nacionales no cuidaban tanto la calidad visual de la serie. Además, era en panorámico y los episodios duraban cuarenta minutos. Desde mi punto de vista la cadena tuvo poca paciencia con la serie y la canceló a pesar de tener un seguimiento que superaba la media de la cadena. Quizá si hubiese triunfado ahora tendríamos más series españolas de cuarenta minutos. Tuvo sólo diecisiete episodios repartidos en dos temporadas. Yo creo que ahora a la serie le habrían dado otro tratamiento.
En ¡Vaya Tele! | Play Cuatro, y los contenidos de las cadenas en Internet
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