Aunque aún no estamos en época de anunciar nuevas adquisiciones, Cuatro acaba de anunciar la compra de ‘Spartacus: Blood and Sand’, después de que se estrenara en las plataformas de pago en Canal+ a comienzos del verano pasado. Pese a que ya ha pasado tiempo de eso, aún no sabemos qué fechas baraja Cuatro para el estreno, ya que de momento se anuncia con un ambiguo “próximamente”.
Para los que aún no conozcan ‘Spartacus‘, es una serie que vio la luz hace unos meses al otro lado del charco en la poco conocida cadena de cable Starz. Cuenta la vida del propio Spartacus, desde que es capturado por los romanos y hasta… bueno, realmente aún no sabemos hasta dónde llegará la serie, ya que de momento se ha estrenado una precuela y próximamente lo hará su segunda temporada. Lo más destacable es el peculiar estilo de la producción (muy violenta, con mucha sangre y con mucho sexo), mezclado con unos efectos especiales muy similares a los de la película ‘300’.
¿Es casualidad que estemos hablando, precisamente ahora, de una compra de estas características? Es muy posible que no, y quizás el triunfo de ‘The Walking Dead’ en LaSexta haya tenido algo que ver. En este caso hablamos de dos series completamente diferentes, pero que provienen del cable americano y que, además, han tenido su polémica detrás por su forma “tan realista” de contar las historias, por decirlo de alguna manera. Además, no podemos olvidar que Cuatro ya triunfó hace unos meses con ‘Los Pilares de la Tierra’, también de Starz.
¿Se arriesgará Cuatro a programarla en pleno primetime? Quién sabe, pero quizás sería interesante intentarlo. Si les sale bien la jugada pueden volver a tener entre sus manos otro éxito, con además más capítulos y más futuro (actualmente es récord de audiencia en Starz) por delante. Y, si no, siempre pueden pasarla al latenight, donde seguramente consiga una base de audiencia fiel. A priori, parece una buena compra, siempre que no decidan tardar meses en estrenarla. A ver si pronto podemos saber lo que opina la audiencia.
En ¡Vaya Tele! | ‘Spartacus’, violencia, sexo y efectos digitales