Ayer estrenó Cuatro la nueva temporada de ’21 Días’ sin Samanta Villar frente a la cámara. Para algunos, un favor; para otros, una buena pérdida. Samanta dejó el programa por razones muy comprensibles. Vivir 21 días de cada mes trabajando en situaciones complicadas, experiencias fuertes y todo lo que conlleva la producción de este programa es francamente complicado. Según ella no tenía tiempo para desarrollar mejor su vida personal y es una decisión muy lógica para dar paso a otras experiencias profesionales y personales. Cada trabajador tiene una vida.
No obstante, hay que reconocer que Samanta Villar se ha creado casi un personaje al frente del programa, pese a que podamos estar más o menos de acuerdo con su estilo. El relevo ha sido cogido por Adela Úcar, una periodista de la que ya nos habló David hace unos meses y que en mi opinión, ayer se estrenó por la puerta grande. Dejándonos de formalismos sobre el periodismo y la televisión, ‘21 Días’ es un gran formato televisivo que se puede disfrutar bastante.
La nueva reportera es más natural y dinámica que Samanta Villar. Parece más vocacional, más trotamundos y más dispuesta a vivir cualquier tipo de experiencias para reflejarlas en su programa. Esto lo demostró anoche con su ’21 Días en el vertedero’; un impresionante programa hecho en La Chureca, el mayor vertedero de Nicaragua y probablemente uno de los lugares más míseros del mundo. Alrededor de él viven unas 250 familias en chabolas. Adela se quedó 21 días viviendo en esas chabolas con una de las familias y trabajando con ellos para vivir en primera persona cómo es su forma de ganarse la comida diaria.
Un programa de 10, muy impactante y real. Nada de sobreactuaciones, ni exageraciones. Como espectador me convence el cambio, aunque hubiese preferido ver cómo se las apaña un hombre en lugar de una mujer frente a este tipo de reportajes, pero sólo por probar el cambio. Este ’21 Días’ estuvo lleno de historias personales, algunas casi tan fuertes como la de Marlene, la mujer de aquella historia de la mina. Es impresionante la vida que llevan las personas que viven en La Chureca; el robusto coraje de La Moncha, una madre de familia de 16 hijos, viuda; lo poco que le importan las personas a los basureros que llevan la basura al vertedero, ... y mucho más. Todo muy bien relatado.
Se pueden obtener muchas conclusiones del programa de anoche. Por la parte que le toca a Cuatro creo que hicieron una buena apuesta. A algunos no les convencerá Adela Úcar, puesto que es distinta del estilo de Samanta, quien ya tiene otro proyecto. Es diferente y no resulta sobreactuada. Tan real e involucrada en la historia como que sobrevivió a la picadura de un alacrán y no acudió al hospital, aunque en ciertas secuencias creo que intenta imitar un mínimo estilo de Samanta. Y de cualquier manera, hay que ser un gran profesional para ponerse frente a la cámara en una producción como ésta y vivir lo vivido, algo común a ambas presentadoras.
La clave no obstante está en tener un estilo personal y mostrar la vivencia como tal, para hacer creer a la audiencia. La prueba: el programa convenció para bien, y además marcó ayer un 10,7% de share.
Programa completo | Play Cuatro
En ¡Vaya Tele! | Adela Úcar, una trotamundos al frente de ’21 días’
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