Hay que estudiar la existencia de Disney+ como simple repositorio de proyectos que antes irían como curiosidad a YouTube, corte de Disney Channel o extra de DVD: series de entre uno y cinco minutos que existen con la única finalidad de rellenar catálogo con licencias varias y una calidad más bien cuestionable. 'Dug y Carl', 'Forky hace una pregunta' o 'Palomitas Pixar' son, siendo generosos, vídeos de TikTok que no justifican la cuota mensual. 'Yo soy Groot' es la primera serie de Marvel que viene a unirse a esta tendencia orientada a niños pero consumida por fans con miedo de perderse algo.
Groot vive, lo cuqui sigue
Así es, no nos engañemos. Por mucho que la vayan a consumir los adultos, 'Yo soy Groot' es una serie infantil: Groot hace monadas en tres o cuatro minutos y, aunque tiene cierto atisbo de mala leche, al final todo acaba bien. Es un niño haciendo cosas de niño, sin que importe lo más mínimo si es canon o no. De hecho, tan solo hay una aparición de otro personaje Marvel y es más anecdótica que otra cosa, así que si vuestro miedo era verla por los flecos sueltos o porque "todo está unido", podéis olvidaros: no tiene nada que ver con el UCM. Por otro lado, ¿qué nos esperábamos en una serie infantil que dura un total de veinte minutos?
Tras la sorpresa que dio '¡Baymax!', que podría haber caído en la nadería y sin embargo es una miniserie creada desde el corazón, tenía ciertas esperanzas en que Marvel no se quedara con el mínimo común denominador en su primera miniserie. Y, sin embargo, en esas estamos. Groot juega, dibuja, pasea, se enfada y se comporta como un niño pequeño en unas aventuras tan perfectas en lo técnico como aburridas en lo artístico. Uno solo puede escuchar unas pocas veces "Yo soy Groot" antes de que deje de parecerle adorable y pase a ser frustrante.
Ni el marvelita más acérrimo va a poder rascar nada de estas historias, que, si bien es cierto que no molestan, tampoco son lo suficientemente monas, divertidas o aventureras como para justificar su mera existencia. Se trata de un simple extra que nos están vendiendo como parte de un universo compartido y que realmente es un camino paralelo para tratar de conseguir nuevos seguidores en segmentos de la población a los aún no llegan del todo. La maquinaria funcionando a todo trapo.
'Guardianes de la galaxia' kid-friendly
Uno de los problemas de 'Yo soy Groot' es que pervierte el tono de su propia saga. Hacer una versión infantil de 'Guardianes de la Galaxia' roza el absurdo de la series de dibujos para chavales de 'Robocop' o de 'El ataque de los tomates asesinos': por más que su público infantil sean niños entre cinco y diez años, quienes realmente tienen cariño al personaje son los adultos. La miniserie se entiende como divertimento y experimento por parte de Marvel, pero no funciona porque es una experimentación impuesta.
Groot es uno de los mejores personajes de su equipo, sobre todo en la primera entrega, donde solo con tres palabras hizo llorar a los espectadores. Su conversión en payaso de circo que hace travesuras no llega a ser indigna, pero sí que se siente superflua. Esta es una serie que nace con el único motivo de rellenar catálogo, dar de qué hablar durante unos días y pasar al siguiente plató del menú, 'She-Hulk: Abogada Hulka'. Repetir ad finitum.
En un catálogo repleto de series infantiles y juveniles de dibujos animados estupendas como 'Anfibilandia', 'Gravity falls', 'Bluey' o, sin salir de Marvel, 'Vengadores: los héroes más poderosos del planeta', 'Yo soy Groot' se queda muy corta. Más allá de un par de destellos geniales (el final del episodio en el que encuentra una civilización), es más un suplicio para padres que una serie para toda la familia.
No somos Groot
Quizá, simplemente, yo no sea el target: al fin y al cabo, esta no es una serie ideada para el crítico amargado o para los fans de Marvel, sino para que los más peques de la familia se lo pasen pipa viendo las andanzas de Groot, pero tampoco creo que sea el caso. Tristemente, es una serie anquilosada y poco divertida, que sin contexto se asemeja más a una escena eliminada por pesada que a algo nacido de forma orgánica.
El modelo de Disney+, que obliga a sacar nuevos productos constantes de las franquicias que les funcionan, acaba por erosionarlas, y 'Yo soy Groot' no es una excepción: cada capítulo está hecho no por un autor, por un estudio o por un algoritmo, sino por una decisión empresarial que confía en el seguimiento absurdo y las tragaderas inagotables de sus seguidores.
Con todo, no es horrorosa, ni merece la pena que caiga sobre ella nada más que una profundísima indiferencia. No es una miniserie, ni un divertimento infantil, ni una gracieta o vídeo de TikTok: todos estos tienen el corazón y las ganas de alguien detrás. 'Yo soy Groot' es un producto, con todas las connotaciones de la palabra, al que se ha dedicado el mismo cariño que a un automóvil fabricado en masa. ¿Eficaz? Por supuesto. ¿Memorable? Imposible.
Ver 13 comentarios