La espera llega a su fin. Este viernes 18 de diciembre es la fecha elegida por Warner para estrenar en España 'Wonder Woman 1984', la esperada secuela centrada en la superheroína de DC interpretada por Gal Gadot. Y es que en su momento se encumbró muchísimo la primera entrega, a mi juicio una buena película lastrada por su tramo final, pero confiaba en que sus responsables hubiesen aprendido de ella para superarse aquí.
En su contra estaba que dos horas y media sonaban excesivas, pero a la hora de la verdad se me han pasado volando, dejándome incluso con ganas de más. Algo seguro ayuda que sea el primer blockbuster que haya podido ver en pantalla grande en varios meses, pero tampoco hay que restar mérito a la película, pues todo en 'Wonder Woman 1984' está perfectamente engrasado para que uno se lo pase en grande con ella.
Una gozada que no sigue el camino fácil
Lo primero que me gustaría aclarar es que el regreso de Chris Pine tiene mucho sentido dadas las particularidades del guion que no desvelaré. Como es lógico, eso tiene un gran impacto en la protagonista, dando pie tanto a momentos muy divertidos -tronchante ver a Pine probándose ropa hasta dar con el modelo adecuado- como otros muy emocionantes. Y es que 'Wonder Woman 1984' va construyendo desde lo ligero hasta alcanzar una intensidad que se sienta como una progresión natural de lo que hemos ido viendo hasta entonces.
A eso ayuda una buena definición de personajes, pues los villanos de la función están desarrollados y no son una mera extensión de la idea de alguien poderoso que quiere conquistar o destruir algo. Aquí no dejan de ser personas que actúan de forma errónea y en todo momento uno entiende qué les ha llevado a comportarse de esa manera. Y no viene nada mal que Pedro Pascal y Kristen Wiig encajen como un guante en sus personajes.
Además, aquí también aplica esa progresión continuada, aunque justo es destacar que sus últimas apariciones probablemente sean las menos interesantes. A cambio, 'Wonder Woman 1984' plantea una curiosa forma de alejarse de la aparatosidad habitual en los finales de estas producciones que quizá no esté resuelto de forma impecable, pero sí resulta satisfactorio.
Espectacular, divertida y emocionante
Eso sí, no creáis que eso quiere decir que 'Wonder Woman 1984' no está repleto de momentos espectaculares, empezando por ese apabullante arranque en el que se indaga en un momento clave en la infancia de Diana hasta ese atraco que impide en un centro comercial. Y varios momentos más lo largo de su metraje sabiamente dosificados por una Patty Jenkins que sabe muy bien qué ha de potenciar en cada momento para que uno se lo pase de lindo en su butaca.
Sí es cierto que hay algún pequeño detalle del guion que resulta cuestionable, pero son saltos de fe mínimos para lo habitual en estas producciones y lo que realmente importa está bien tratado. Y es que el auténtico eje de la película es explorar el compromiso de Wonder Woman con sus valores, esos que la han llevado a representar una idea similar a la que se asocia a Superman. Y ahí Jenkins y Gadot triunfan por completo, logrando que conecte con la superheroína más de lo que nunca he sido capaz de hacerlo con el hombre de acero en ninguna de sus encarnaciones cinematográficas.
Tampoco me quiero olvidar de lo bien que se utiliza la ambientación ochentera, sin caer en el error de ser un festival de la nostalgia, ya que en su lugar se prefiere potenciar más las reacciones del personaje interpretado por Pine sobre todo lo que ha cambiado el mundo en ese tiempo. Esa pasión que siente se logra trasladar al espectador, incluso cuando en nuestro caso se está haciendo más una mirada al pasado que cualquier otra cosa.
Visualmente eso lleva también a una fotografía muy colorida, siguiendo la línea de sus primera entrega pero potenciándolo aún más. Es como si aquí hubiesen querido superarse en todos los sentidos y sí que hay pequeños errores por el camino, pero se nota el mimo y la confianza en lo que nos está contando y cómo eso se traslada a todos los apartados, desde los ya mencionados hasta muchos otros como la banda sonora de Hans Zimmer.
En resumidas cuentas
Es cierto que decir algo así en 2020 puede sonar a poco, pero con pocas películas de este año me lo he pasado tan bien como con 'Wonder Woman 1984', ya que Jenkins y Gadot toman todo lo que funcionó en la primera entrega para llevarlo más allá y corrigiendo lo que allí no daba la talla. La espera ha merecido la pena.
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