Dentro de este extenso —porque va a ser muy, muy extenso— ciclo dedicado al western va a tener cabida ese subgénero denominado spaghetti western —como diría Carlos Aguilar, un término despectivo pero tan familiar a estas alturas que resulta entrañable—, lleno de infinidad de films mediocres, pero también de unas cuantas joyas y buenas películas. Sin lugar a dudas el rey de la función sería el gran Sergio Leone. El éxito de su afamada trilogía del dólar —formada por ‘Por un puñado de dólares’ (‘Per un pugno di dollari, 1964), ‘La muerte tenía un precio’ (‘Per qualche dollaro in più’, 1965) y ‘El bueno, el feo y el malo’ (‘Il buono, il brutto, il cattivo, 1966)— convirtió a sus tres primeros spaggethi westerns en algunas de las obras más influyentes del séptimo arte. Muchos directores italianos se vinieron a España a continuar el trabajo iniciado por Leone.
Entre ellos destaca Sergio Sollima, conocido en nuestro país por haber dirigido la miniserie ‘Sandokan’ (1976) de espectacular éxito en nuestras pantallas. Dirigió sólo tres westerns, siendo el primero de ellos ‘El halcón y la presa’ (‘La resa dei conti’, 1966), que Lee Van Cleef —secundario visto en films de John Ford, Henry King, Fred Zinnemann o Raoul Walsh entre otros, y que conoció una gran fama gracias a sus trabajos con Leone— protagonizó justo antes de embarcarse en el mítico film en el que le acompañaron Clint Eastwood y Eli Wallach. El resultado no está a la altura de los films citados, pero supone una de las mejores muestras del spaghetti western, tomando sin ningún tipo de rubor elementos de los trabajos de Leone, empezando por contar con parte del mismo equipo técnico.
‘El halcón y la presa’ —el título original está sacado de un tema de Ennio Morricone para su banda sonora en ‘La muerte tenía un precio’— narra una historia de persecución entre un militar retirado metido a cazarrecompensas, Jonathan Corbett (Lee Van Cleef) y un bandido mexicano al que llaman “Cuchillo” Sánchez (Tomás Milian)y que está acusado de violar y matar a una niña de 12 años. Un guión escrito a varias manos en el que destacan las de su director y Sergio Donati, uno de los guionistas más reputados del cine italiano en aquellos años y que en este libreto dejaron claras sus opiniones sobre los regímenes totalitarios y la tiranía del poder. Trazos de guión muy directos en una historia llena de aventuras, algo de emoción y un poco de humor, el cual proviene del personaje de Cuchillo, al que da vida un exagerado Tomás Milian, paradójicamente lo peor de la película.
Cuchillo representa al hombre pobre, siempre perseguido por su condición, un chivo expiatorio con el que determinados caciques deciden enterrar un terrible secreto. Un falso culpable al que se le niega la inocencia solo por ser mexicano y dedicarse al pillaje, curiosamente un modo de vida al que se ve obligado a agarrarse. Llama la atención el hecho de que Cuchillo no es un experto tirador con el revólver, como sería lo lógico en cualquier otro western; su habilidad es el arma blanca, tal y como lo demuestra el extraordinario duelo entre él y el verdadero culpable, herencia directa de ‘La muerte tenía un precio’, y en la que por supuesto la labor de Morricone es de vital importancia. Este detalle y las largas conversaciones que mantiene con Corbett cada vez que este le alcanza, hacen de Cuchillo un personaje de lo más interesante y fascinante, aunque trastocado por la labor de un Milian pasado de rosca.
Como perfecto contraste de Milian, el pétreo Lee Van Cleef realizando una sobria interpretación de Corbett, y no apartándose mucho de su composición para ‘La muerte tenía un precio’. Al igual que aquel, es un militar y fuma en pipa, salvo que esta vez las motivaciones no son el dinero o la venganza, sino hacer cumplir la ley. Un poco utópico pero perfectamente comprensible, un hombre íntegro que desea hacer carrera en el senado por el bien de un país que se desmorona a pasos agigantados. Un bien alcanzado a través del revólver, en el que Corbett es número uno —el duelo final con un excelente personaje, el Barón von Schulenberg, de matices casi paródicos, es antológico—, aunque no nos encontramos ante uno de esos héroes infalibles del oeste, tal y como lo muestran la cantidad de veces que es burlado por Cuchillo, y que convertirá la persecución en una obsesión para Corbett.
Sergio Sollima filma con mimo a sus personajes y no ofrece concesiones a la galería en un relato más cruel de lo que parece a simple vista. La película pierde algo de fuerza en la delirante parte situada en un rancho, comandado por una mujer viuda (Nieves Navarro) y de tendencias sadomasoquistas, rodeada de hombres violentos y celosos, y en la que se plantean mal algunas situaciones. Con todo ‘El halcón y la presa’ resulta un film muy entretenido, por momentos dotado de una gran intensidad dramática —todos los tiroteos desprenden cierto halo trágico—, y con personajes harto interesantes —los mencionados más Brokston, un empresario sin escrúpulos al que da vida un excelente Walter Barnes, y un despreocupado agente de la ley mexicano en la piel del sempiterno Fernando Sancho—. Ennio Morricone, como tantas otras veces, hace el resto.
Debido a la gran aceptación que tuvo el personaje de Cuchillo, este tuvo su propia película en una especie de secuela —lo que hoy conocemos como spin off— titulada ‘Corre, cuchillo… corre!’ (‘Corri uomo corri’, Sergio Sollima, 1968) ya sin Lee Van Cleef en el reparto.
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pablollero
Alberto, vaya ritmazo que has cogido con este especial, lo sigo de cerca y veré cada una de ellas, y volveré aquí a comentarlas, a ver si no tardo mucho jaja
gustafsson
Está bien,claro,comparándola con muchas otras,pero es entretenida y sale Lee Van Cleef.Vamos,que si me gusta la película,básicamente,es por él;aunque también tiene sus méritos.A Tomas Milian la verdad es que no le tengo demasiada simpatía,no sé si lo he visto en tres o cuatro películas y me pone bastante nerviosita.
A ver si de los "eurowestern" que caben en el especial se encuentra 'Yo soy La Revolución',de Damiano Damiani,más que nada por la arrolladora presencia de Volonte'..
Stephen
Comparto la mayoría de los opiniones que expones respecto a la película de Sollima. Creo que no es necesario entrar a comparar con el cine de Leone. Es una película con vigencia propia y me parece estupendo el enfoque que has dado a la crítica, cuando otros quizás la machacarían porque claro, las comparaciones son odiosas.
Decía Sollima que si Leone tenía a Clint Eastwood y Corbucci a Franco Nero; él tenía a Tomás Milian. A mi la verdad es que me gusta el actor cubano que aunque está algo pasado de rosca, aporta ese elemento cómico que hace que encuentre la película incluso más entrañable. En su defensa, puede que influya bastante el doblaje español que tiene, aunque porsupuesto, si la sobreactuación llega a molestar, Milian tampoco estará exento de culpa.
Por otro lado, me gustaría pedir una crítica. La pedí alguna vez en Críticas a la carta, pero es posible que este sea el apartado más adecuado. Se trata de EL GRAN SILENCIO. Western uropeo de Sergio Corbucci protagonizado por el inesperado pero magnífico Jean-Louis Tertignant, un incomensurable Klaus Kinski (absolutamente genial), Frank Wolff (el pelirrojo de HASTA QUE LLEGÓ SU HORA) y si mal no recuerdo, el debut de la bellísima Vonetta McGee. Un western situado en la nieve en vez del desierto, atrevida por la propuesta de una relacción (de amorosa, nada) interracial... En fin, me parece de lo mejor que ha dado el spaghetti.
Saludos.
soze
Lo mejor de la peli es el duelo final, acompañado por un tema fabuloso de Ennio Morricone, el cual, por cierto, utiliza Tarantino en Inglorious Basterds (utiliza varios temas de Morricone), cuando el bate de "El Oso Judío" tiene un agradable encuentro con la cabeza de un soldado nazi. Seguro que conocéis el tema y os gusta tanto como a mi.
http://www.youtube.com/watch?v=cjOjN9VVf0I
edwood_83
Muy entretenida, aunque es cierto que Tomas Milian está sobreactuado. No está a la altura de los spaghetti de Leone, pero sí por encima de la media de los que se rodaron por aquella época.
silfredo
Aunque es un diptico, hay gente que considera las peliculas del duo Sollina-Milian como la trilogia de cuchillo, aunque "Cara a Cara" no tuviera nada que ver con las dos anteriores. Por cierto desde aqui recomendar esta ultima, con un Gian Maria Volonte magnifico.
gunzalobill
Siempre he preferido el sucio y polvoriento oeste del spaghetti western que la visión hortera del cine americano , con alguna honrosa excepción como las pelis de Sam Peckinpah.
krieg
De los westerns italianos solo conozco la de Django y la trilogia de Leone asi que esta recomendacion me viene bien y Alberto un especial western no esta completo sin la obra maestra de Howard Hawks Red River
hum
A mi me parece bastante buena. Sí que tiene momentos irregualres pero es sobradamente intensa e interesante (muy grande Lee Van Cleef). De Sollima también me gustaba bastante Cara a cara (aunque hace mucho que no la veo) y sobretodo Revolver, un policíaco que tiene su punto de western también. Otro spaggeti que me gusta bastante es El gran silencio, de Corbucci, a ver si un día cae una crítica. Un saludo!
publiocarisio
La pelicula es sin esta bien, es entretenida, pero como el mismo Leone dijo, yo creo que esta desaprovechada(aunque es una de mis favoritas, sin duda; como el gran Lee Van Cleef), pero aun asi tiene el que para mi es el tema mas epico de la historia del cine: The Big GunDown, del genio Morricone. Gracias, Maestro. http://www.youtube.com/watch?v=m6IJKSsJVds