Aquí está la crítica más extraña del mundo, sí, una que habla de 'Wanted (Se busca)' y no comenta lo buena que está Angelina Jolie. Sé que a nadie le interesará porque la inmensa mayoría de los lectores de este blog sois hombres heterosexuales, pero no por eso voy a dejar de redactarla. Ahora que me he quedado casi sin público, puedo escribir ya sobre cosas serias, sobre lo que hay que escribir aquí: sobre cine. Porque está muy feo eso de hablar del aspecto físico de las actrices. Qué zafiedad. Bueno, pues empiezo: qué mono es James McAvoy. No es que sea exactamente guapo, pero tiene ese gesto desamparado que, aunque parezca mentira fue lo que me impulsó a acudir a la proyección de la película. Todo para que al final no estuviese como en otros papeles y apareciese carente de encanto, qué se le va a hacer.
La adaptación cinematográfica del cómic 'Wanted' cuenta que un joven tiene la capacidad de ralentizar los acontecimientos desde su punto de vista gracias a que su corazón puede ponerse a 400 pulsaciones por segundo. Pero él lo ignora y piensa que lo que le ocurre son ataques de ansiedad. Una señora se presenta en la farmacia mientras él compra la medicina para controlar sus ataques y le dice que su padre ha muerto y que el asesino que acabó con su vida ahora lo quiere matar a él. Se lo lleva a un inmenso loft donde aparecen muchos hombres pintorescos (entre ellos, Morgan Freeman) que le cuentan que forman parte de la Hermandad a la cual él se tiene que unir para ser un asesino. Como su vida era muy gris y todos lo trataban como a un pringado, acepta. Cuando consiga aprender a darles efecto a las balas y termine un par de misiones, tendrá que enfrentarse al asesino de su padre.
El inicio de la película, que es lo mejor, es clavado al de 'El chip prodigioso' ('Innerspace'). El protagonista sufre ataques de ansiedad porque una vida de lo más gris y rutinaria lo desborda y lo llena de estrés. Nadie lo respeta y se siente como un gusano. Incluso hay un plano que parece calcado: en 'El chip prodigioso', Martin Short trabajaba en un hipermercado cargando bolsas de la compra. En un momento concreto, una señora de cara oronda se acercaba a él atacándolo verbalmente a cámara lenta. Igual ocurre aquí con la jefa de James McAvoy en la oficina en la cual él es contable. En ambas películas será la trama del film lo que cure a estos pobres hombres de su congénito mal y les haga cambiar hasta sentirse liberados y dueños de sus vidas. Por lo tanto, mientras la película está en estos momentos, tiene bastante humor –y planos muy buenos como el de las teclas del ordenador volando y formando la expresión "fuck you!"— y promete ser algo que, además de entretener, resulte catártico en su resolución.
Sin embargo, en cuanto McAvoy es reclutado por la Hermandad, se pierde la gracia y el interés decae hasta lo más hondo. Se podrían ahorrar todo el rollo sensei/Eye of the Tiger o resolverlo en una secuencia de montaje. Muy místico, sí; pero aburridísimo. Sería preferible que el protagonista se viese envuelto en el fregao desde el principio y que no tuviese más remedio que ir aprendiendo sobre la marcha. Pero para ello, la historia tendría que tener mayor contenido y desarrollo. La anécdota argumental es tan nimia que no existe más remedio que rellenar minutos con esta parte central de mentalización, entrenamiento y aprendizaje que sobra. Si alguien argumenta que está introducida para que nos podamos creer que es capaz de hacer lo que hace, que se fije antes en si alguna de las otras cosas de la película es creíble.
Las escenas de acción del film son sumamente espectaculares. Timur Bekmambetov las rueda con una bellísima fotografía y con efectos que se disfrutan mucho. Las balas se mueven a velocidad casi inexistente, los cristales se hacen añicos guardando la forma de quien los ha quebrado, los vehículos pueden realizar cualquier tipo de acrobacia y… ya lo he dicho, las balas describen segmentos de órbita para acertar en el blanco sin impactar en lo que se encuentra a medio camino. Siempre que en la película presenciamos este tipo de secuencias, el disfrute está certificado. Su despropósito es tal que incluso nos permiten reír. El problema reside en que son muy escasas porque se dedica mucho tiempo a supuestas filosofías baratas y a concienciación.
Además de por excesivamente simple, el guión se puede criticar por unos cuantos defectos de carácter más concreto. El protagonista acepta matar para la Hermandad sin saber quiénes son sus miembros o a quién mata. Podrían ser malhechores, pero Jolie le cuenta una historia de cuando era pequeña que suena completamente falsa y para él es suficiente para obedecer. Por otro lado, durante toda la parte del entrenamiento se va preparando un plan en el que se utilizarán ratas. Hacia el final, McAvoy lo pondrá en práctica, después de pasar por inhumanos esfuerzos para conseguirlo. Sin embargo, ese elaboradísimo plano no tiene más efecto que el de mera maniobra de distracción.
En total, una película bastante mala de la que sólo vale la pena ver las escenas de acción sin siquiera tratar de averiguar por qué ocurren. No sería un problema que el guión fuese simple e incluso tramposo si a cambio de eso tuviésemos una película llena de acción y entretenimiento. Lo malo es que ni siquiera es así porque todo el relleno innecesario hace que sea aburrida.
En Blogdecine:
'Wanted', Angelina Jolie no justifica este disparate, por Luisfer Romero Calero
'Wanted. Se busca', oda al exceso con historia inverosímil, por Jesús León.
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