Estados Unidos es la historia de un fracaso. Los grandes relatos norteamericanos son presentados como historias de un éxito arduo, difícil, pero en realidad son historias de fracaso, de sufrimiento. Ni tan siquiera el éxito final, el objetivo, tiene una gran duración pues toda historia de éxito es también la historia de su desaparición. En todo caso, no hay nada mejor que ver documentales con las grandes historias de triunfos cinematográficos. Están llenas, decía, de grandes perdedores, de grandes momentos de duda, de gente en el abismo. Por supuesto, saldrán de la tragedia, pero solamente para encontrarse con el poder. La vida es solamente una sombra, una historia contada por un loco llena de estrépito y de furia como escribió una vez el (mal) llamado bardo.
Esta historia fue contada antes en el libro Disney Wars. Sin embargo, aquél era un libro sensacionalista, entretenido, tal vez más fiel a los hechos. Todos los grandes relatos no oficiales están llenos de adjetivos, de espectáculo proporcionado por el periodismo de declaraciones. Caben hechos más escabrosos, pero también excesos. Esta versión es más amable. Don Hahn, su director, es un productor de la casa, un testigo. En todo caso, sorprende que la compañía asuma que las cosas no funcionaran y que un esquema de rencores y grandes negocios sea explicado con tal pedagogía (el viejo sabio, Frank G. Wells, que controla los egos de dos jóvenes ejecutivos curtidos en el éxito y quintaesencia del Hollywood de los ochenta, Michael Eisner y Jeffrey Katzenberg, pronto enemigos, antes compañeros). Queda claro, pues, que los hechos deben suceder para contarse. Sin la dimisión de Katzenberg esta historia poderosa no existiría. Sin la dimisión de Eisner, dudo que hubiera sido oficializada.
La historia comienza con la ruina del estudio, con la bondadosa, emergente figura de Roy Disney, sobrino del visionario fundador de la compañía, como alguien que entiende el legado, como alguien cuya influencia llegará hasta el punto de forzar la dimisión del entonces presidente Ron Miller. 1984 llega con Eisner, Wells y luego se añade Katzenberg, hoy jefe de DreamWorks Animation. La historia sigue entonces los pasos de una división de animadores relegada al olvido y de la gestación de los proyectos del llamado Renacimiento Disney, el que empieza con ‘La sirenita’ (The Little Mermaid, 1989) y culmina con ‘El Rey León’ (The Lion King, 1994).
La mejor parte y la más entrañable de este documental es el relato de los animadores. Visibles artistas, de sensibilidad tierna y hábitos cuasi nerds, curtidos en el amor incondicional a su oficio, alejados de todo aspecto práctico de los negocios de una compañía que empezó como una celebración de la modernidad, esa podría ser la historia secreta tras el cortometraje ‘Steamboat Willie’ de Mickey Mouse, y parece evolucionar hacia la conquista del mundo mediante el simulacro y la extensión: el parque temático, el merchandising, todos los formatos domésticos, la promoción. Parecida tesis sostiene Neil Gabler en su biografía de Walt Disney: un hombre que termina solo frente a su gigantesca creación. Un hombre cuyo gran éxito es su mayor fracaso, cuyas últimas creaciones son una actitud vital de revivir su proyecto, su gran visión. Pero esa es otra historia, anterior.
La película comienza, precisamente, con la tensión generacional entre los Nine Old Men de la vieja guardia de Disney y unos animadores fogueados en la pasión de Don Bluth, pronto independiente de la compañía y director de animación por sí solo. Presidiendo en los ochenta, está el gran sucesor de Disney (también en muchas de sus películas de imagen real), Steven Spielberg, luego fundador de DreamWorks junto a Katzenberg y Geffen. El éxito de ‘Fievel’ (An American Tail, 1986) y ‘En busca del valle encantado’ (The Land Before Time, 1988) planea sobre la compañía que comprueba la pérdida del monopolio de animación incrédula. Cuando Spielberg colabore con Disney, con ‘Quien engañó a Roger Rabbit’ (Who Framed Roger Rabbit, 1988), el renacimiento se verá teñido de urgencia y los resultados, por supuesto, llegarán. El resto es un puñado de grandes películas animadas, repletas de los ritmos musicales de Howard Ashman, Alan Menken, Tim Rice y Elton John, es decir, inspiradas en el Broadway más reciente antes que repetir las fórmulas de los grandes clásicos de los cincuenta. Y todo ello sin perder las esencias: quizá esto sea lo fascinante del renacimiento Disney, su condición de modernidad orgullosamente alejada de cualquier (gran) transgresión y a la vez subversiva, sensible con ellas.
Un dato inquietante: el actual presidente de Disney fue el asistente de Eisner durante mucho tiempo, Bob Iger. Steve Jobs, antes propietario de Pixar, es ahora el máximo accionista de la compañía y un animador modesto como John Lasseter preside, junto a Ed Catmull, Pixar. Es decir, este documental es la historia del triunfo de una generación. De su vuelta a casa. Todos pasaron tiempo fuera, el ostracismo llegó con la década pasada, las tensiones existían. Parte de este regreso se anuncia parcialmente en los noventa, con las colaboraciones del ex-renegado Tim Burton, ‘Pesadilla antes de Navidad’ (Nightmare before Christmas, 1993) mediante, y la llegada de ‘Toy Story’ (id, 1995) al estudio.
Disney es más grande que nunca y dispone de recursos para contar y distribuir una versión de los hechos. La historia actual, la de la edad de oro de Pixar y el renacer de Disney como gran-distribuidora de cine mainstream (desde animación, pasando por blockbusters hasta fenómenos televisivos), deberá esperar todavía unos cuantos años para ser contada. Y es vasta, ocupará más páginas de las que esperamos. Pero el argumento seguirá siendo el mismo: negocios positivos para ejecutivos y artistas, tiempos felices para espectadores, grandes (y malas) decisiones que precipitan abusos de la estadística. Interesante y entrañable, este documental se ve con placer y curiosidad.
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martitorris
Demasiado postmoderno para mi. Me pierdo.
El artículo, no el documental.
Juan E. Trujillo
Esa cara de Tim Burton en el primer clip XD, excelente momento. Disney es una gran compañía cinematográfica, y nos ha dado grandes momentos, pero también grandes fracasos generacionales. Pero vamos, que si ponemos en una balanza, lo bueno y lo malo de Disney, salen ganando las cosas buenas. Gracias de nuevo Sr. Walt Disney por crear ese mundo de fantasía que ha influenciado tantos artistas y tantas obras. Este documental no me lo pierdo, directo al tintero. Un saludo.
filmman
Gracias Pablo, por el post y por los dos clips de YouTube; ´te los robo' y me los quedo para mi. Están bien y son muy interesantes!
Un saludo.
shade2814
Muy interesante artículo, Pablo, aunque debo de admitir que no llegué a comprender todo, probablemente porque no he tenido oportunidad de ver el documental.
Por lo que parece la historia que relata es mucho más escabrosa que la de ahora, especialmente por los problemas entre Katzenberg y Disney, aunque curiosamente ahora las películas de la compañía parecen más prefabricadas que antes (sin contar las de Pixar).
malpaso
Hay que tenerlos bien puestos (puede que planee la sombra de la ignorancia) para bajarle el estatus de esa manera a John Lasseter, y reducirlo a "animador modesto".
stephen_dedalus
Ahora visto en perspectiva sorprende que el Renacimiento Disney durara solo 5 años, un lapso de tiempo bastante breve, pero que ha marcado sin duda la historia de la animación y del cine.
Saludos
shething
Uau! Qué raro ver esto por acá, agradezco que lo hayas compartido.
Aclaro una cosa, una obviedad, si puede ser: el campo de la animación es gigante, enorme, en el que todo puede meterse. Es como una dimensión alternativa- lo que es la animación al cine es como la mujer al hombre. incluso pediría de abrir una sección para la animación, pero eso ya es otra historia.
Entonces, diciendo esto, creo que estoy un poco de acuerdo en que sea rebuscado poner esto así nomás. Habría que aclarar varios nombres importantes del report-
Nine Old Men
Disney Wars
Michael Eisner
Don Hahn
Don Bluth
Glen Keane
Eric Goldberg
Jeffrey Katzenberg
Quién engañó a Roger Rabbit?
No voy a decir la "definición" de todos porque eso de depende de cada uno. Yo te puedo decir que Katzenberg es un gruñón odioso que no tuvo una infancia y que tiene que buscarse una vida por decisiones que tomó en la animación (no me gustan sus diseños desde el principio- los sin-frente de El dorado, el principe de Egipto y ptras cosas más) o que Don Hahn es un personaje frívolo que parece, según su libro, como si dejara el plato medio vacío- como que sabe una barbaridad pero no quiere expresar de más porque la gente es demasiado estúpida para entender. Yo digo que si ya desde el principio les gusta ir a exposiciones, mirar museos y tienen curiosidad para todo, mirar estos personajes les va interesar un montón.
Un lugar perfecto para averiguar un poco de más es acá
http://cartoonbrew.com -lo actualizan todos los días (está inglés, eso sí :S)
Aquí de nuevo en inglés- sin embargo es un capo explicando usando imágenes
http://johnkstuff.blogspot.com/
y finalmente uno que es útil para TODO
http://sevencamels.blogspot.com/
En cuanto mi opinión al proyecto, una vez uno de los Nine Old Men dijo a los animadores novatos, cuando murió Disney "Lo siento, habeis llegado demasiado tarde" Puede que esté un poco de acuerdo, ya que en casi todas las de "Waking Sleeping Beauty" es para dar un par de ostias a la gente. Pero de ahí salieron, como bien dice ahí, Don Bluth o TIm Burton. Don Bluth es un morboso para temas tanto dramáticos como lo que signifca la rueda de color (de ahí razón de más que Spielberg me parece un falso que más que tocar las cosa y convertirlas en oro, es más bien un tipo que toca las cosas y hace que parzca amarillo brillante) Aún así es el PUTO AMO de la animación. Tim Burton me va más porque, a pesar que está siempre tocando el mismo tema, sabe lo que está haciendo en ese mismísimo tema (el que le gusta, hay momentos que parece que lo eligiera para rascarse el culo). Por cierto, no pillo lo de "ex-renegado" Sé que durante Tarón y el Caldero Mágico se encerraba en una habitación y lloraba para quien estaba trabajando (en plan "Esto no es el verdadero Disney, esto no es el verdadero Disney") Por eso lo dices?
Un saludo y all the best.
Kotus
Tendre que ver el documental para entender un poco este post. Que habras querido decir, que Disney te gusta o no, que el documental esta bien hecho, o quizas que la animacion se erige como la revelacion socioultural sobre el pensamiento conservador americano de la epoca?. Demasiado rebuscado creo yo, para lo que parece ser solo una buena anecdota de la industria del cine (otra de tantas) hecha documental, y de buena manera por lo que parece.
Mi opinion: Disney es mas gringo que los gringos mismos. Si no entiendes eso, aunque te guste o no, mejor no lo veas y tampoco se lo muestres a tus hijos. Pixar es otra cosa.
Hansel77
Vengo a por todos los negativos..
El documental parece intresante, y estoy deseando ver si el pragmatismo comercial se merienda a toda esta panda de frikis repelentes.
Las peliculas Disney, y particularmente las del renacimiento de Disney, me resultan repulsivas, maniqueas y que proporcionan unos valores de auténtica mierda.
Me repelen los mismos animadores, que veo que se parecen mucho a sus tazitas y animalitos tontitos y facilmente ridiculizables.. en fin, un canto a la indignidad.
A ningún niño le gustan estas mierdas, solo a las niñas pedorras... pero claro, de eso hay mucho en el mundo, que se lo digan al JustinBieber, que es una de ellas.