Hace relativamente poco se ha editado en dvd esta película que en su momento me perdí en el cine, y que ahora he recuperado. Ya entonces no tenía especial interés en verla, y ahora realmente tampoco, pero un servidor ávido de ver cine a todas horas consideró que porqué no. Aunque 'Cachorro' me parece un film fallido, y con la que 'Volando Voy' guarda ciertas similitudes, lo cierto es que 'Manolito Gafotas' me había parecido un film medianamente simpático e incluso entrañable. Miguel Albaladejo es el director y quería comprobar si se acercaba más al último film citado que al anterior, ya que estas películas tienen algo en común: están narradas a través de los ojos de un niño. 'Volando Voy' cuenta la historia real de Juan Carlos "El Pera", uno de los delincuentes infantiles más famosos de principios de los 80 en nuestro país, que a la temprana edad de 11 años ya era considerado por la policía como peligroso con un centenar de delitos en su haber, algunos de ellos violentos. El film se centra en esos primeros años de su vida, cómo se juntó con indeseables, cómo echó a perder su infancia, sus primeros delitos, su dura relación con su padre, etc. Sólo al final de la película se deja constancia usando imágenes documentales, cómo luego enderezó su vida convirtiéndose en piloto de coches y periodista deportivo. O sea, más o menos lo que se hace en todos los biopics, y en éste más, para que el espectador le quede muy claro que el protagonista al final se convirtió en una excelente persona. No obstante, esto no debería tenerse en cuenta para apreciar la calidad del film, que por cierto es casi inexistente.
El film está narrado usando la técnica del flashback. Nuestro protagonista se encuentra en una delicada situación con la policía y necesitamos saber que es lo que ha ocurrido para llegar a ese punto. El problema del inicio es que es totalmente increíble y está mal mostrado. Ya en el principio nos encontramos con el principal problema que tienden a tener los films basados en hecho reales, y es que algo por raro que sea y que a lo mejor ha ocurrido realmente, en una película puede resultar absurdo sin no se narra con convicción y coherencia, o sea, simplemente no funciona. Y es que para creerse esta película no llega con saber que todo ocurrió, hay que creérselo tal y cómo te lo están contando, y tal y cómo lo hacen uno no se cree prácticamente nada. Las situaciones son forzadas, no hay progresión dramática y avanza a trompicones, parándose en cosas que no se desarrollan convenientemente y pasando otras por alto que serían mucho más aprovechables.
Borja Navas es el niño que interpreta al joven delincuente, y realmente está poco expresivo, más de una vez tiene que demostrar emoción, rabia, enfado, y nada de eso transmite. Y lo que es peor: no resulta amenazante en ningún momento por no ser creíble ¿No pudieron encontrar a otro crío que supiera poner cara de mala leche cuando había que ponerla? A su lado Fernando Tejero en un papel serio en el que llama la atención verlo. Tejero pone todo de su parte para resultar creíble y lo desconcertante del asunto es que a veces lo consigue y a veces no. El problema no es de él, sino de un patético guión. Al respecto citar el excelente momento, el único, de la bicicleta donde Tejero está que se sale. Sin embargo, hay otro momento, y por desgracia de este estilo abundan en la película, en el que los padres del protagonista visitan a una profesora del colegio con la que mantienen una conversación a cerca de la educación del niño. Es tan ridículo que ahí Tejero desentona sobremanera y su actuación provoca gracia, cuando la situación no la tiene ni lo más mínimo.
Alabaladejo no es capaz de centrarse y el film se le escapa por todos los lados, fallando sobre todo en las relaciones de algunos personajes. Por ejemplo la del protagonista con una mujer mucho mayor que él, la de los padres entre sí o con el crío, que nunca se sabe porqué se metió a delincuente, ni siquiera exponen la idea de que lo hizo porque le apetecía, cosa que hubiera sido muy válida, ya que lo de las malas compañías también está mal expuesto. Por no hablar de cierta incursión de cierto personaje policía que podrían haber ahondado más en el tema, pero se quedan en la superficie, como en casi todas sus situaciones.
Una mala película casi de vergüenza en la que se desaprovecha absolutamente todo, desde la ambientación (esos 80 que un servidor vivió con la misma edad del protagonista), hasta una historia que podría haber ido mucho más allá de querer contar los primeros años de un delincuente infantil. Y no voy a hablar de las pocas escenas de acción que hay porque me puede dar la risa de lo mal filmadas que están. Pero noooooo, que le sigan dando subvenciones al cine español para que salgan lindezas como ésta.
En Blogdecine: