'Viaje a Darjeeling' ('The Darjeeling Limited') se estrenó en España el pasado 4 de enero. La quinta película de Wes Anderson gira en torno a tres hermanos muy diferentes entre sí que deciden realizar un viaje a través de la India para reencontrarse y recuperar el afecto; para volver a ser familia. Uno de ellos es quien lo ha organizado todo y espera que el final se corone con la visita a la madre, que los abandonó hace años. Por supuesto, nada saldrá como estaba previsto.
Que 'Viaje a Darjeeling' sea la peor película de Wes Anderson quiere decir exactamente eso. No que sea mala. Que me veo venir a los pesados de siempre que sólo leen el titular y algún párrafo (y mal, para colmo). Anderson es un cineasta de los que se califican como autor; sus películas tienen un estilo propio, fruto de un cerebro con inquietudes artísticas, giran más o menos sobre los mismos temas y (salvo para reírse) no acude a los típicos recursos hollywoodienses. Hasta ahora, con Darjeeling, tiene en su filmografía cinco títulos como director, destacando sobre todo 'Los Tenembaum' ('The Royal Tenenbaums'), donde la gran variedad de personajes le permite más posibilidades, mayor margen para el juego. De hecho, ése es el principal problema del film que nos ocupa. Su limitado campo.
Básicamente, 'Viaje a Darjeeling' son tres actores pasando el rato en un territorio extraño. Que hagan el tonto durante casi todo el tiempo empeora un poco la situación, y seguro que saca de quicio a la mayoría del público, pero sabemos que en realidad es parte del estilo de Anderson. Uno ya sabe reconocer en esas actitudes de los personajes el ridículo y el absurdo de nuestros propios comportamientos, son reflejos muy reales; otra cosa es que tengamos la humildad o el humor de reconocerlo. Somos animales torpes y lo demostramos todo el tiempo, especialmente cuando nos relacionamos con los seres que tenemos más cerca. De ahí que Anderson centre su punto de mira especialmente en las relaciones familiares y de pareja. En esos comportamientos que, vistos desde fuera, carecen de sentido. Y en ese miedo por perderlo todo, por darnos cuenta de que estamos solos; es lo que decía Woody Allen en la maravillosa 'Annie Hall': necesitamos los huevos.
La peor película de Wes Anderson sería la mejor de muchos directores, no hay duda alguna. Sin embargo, como cuando hablé de 'Los Crímenes de Oxford', uno espera algo más de un director que ya ha demostrado su excelente saber hacer en otros títulos. Es asquerosa la sensación de estar contemplando una obra menor de un cineasta que sabes que puede dar mucho más. Como si estuvieras perdiendo el tiempo con una película que, sencillamente, no debería haberse estrenado. Al menos no como te la han proyectado. Anderson se muestra mucho más habilidoso, ocurrente y divertido en 'Ladrón que Roba a un Ladrón' ('Bottle Rocket'), su debut, que en su último film. Se puede fallar intentando hacer otra cosa, pero no en el terreno que dominas. Eso no debería ocurrir. 'Viaje a Darjeeling' es un pequeño patinazo.
Todo esto que comento se ve claramente nada más empezar la proyección, con ese cortometraje titulado 'Hotel Chevalier' que da pie a la película y que supuestamente es un prólogo; en realidad, es un pegote inútil que sólo sirve para que veamos el culo de Natalie Portman. Aquí el primer encantado y agradecido con la imagen, no me malinterpreten. Pero que es algo gratuito es innegable. Y no sólo eso. Chevalier es sólo un elegante envoltorio, nos adelanta en cierto sentido lo que veremos luego, en lo que a estilo casi vacío se refiere. Ojo a esa escena en una cámara lenta innecesaria al ritmo de una bonita canción. Si en lugar de poner "the end" aparece la marca de una colonia o de un desodorante, no me habría extrañado lo más mínimo.
Pero Anderson tiene la capacidad de obtener algo de sus actores que pocos consiguen. Frescura. Casi parece que están improvisando todo el tiempo. Como en sus obras anteriores, en Darjeeling encontramos a unos intérpretes que están en su salsa, divertidos, ocurrentes, simpatiquísimos. Los personajes parecen reales, a pesar de las excentricidades, a veces increíbles, que siempre rodean los guiones de las películas de este cineasta. En este sentido, lo más destacado de Darjeeling es el trabajo de los tres hermanos, interpretados por Adrien Brody, Owen Wilson y Jason Schwartzman. Resulta curioso que el mejor actor de los tres sea, por el contrario, quien esté más soso. Y es que Brody está menos suelto que de costumbre, casi más preocupado en su imagen que en lo que hace; Schwartzman sin embargo está sorprendentemente inspirado, recuperando esa comicidad que nos mostró en 'Rushmore'. Wilson suele sacar lo mejor de sus posibilidades con Anderson tras las cámaras y aquí vuelve a demostrarlo. El actor se alza como el líder de los hermanos tanto en la ficción como en el aspecto interpretativo. Suyas son las escenas más frescas y divertidas de la película.
Por otra parte, destacar la breve presencia de dos magníficos actores que ya habían trabajado para Anderson. Bill Murray apenas aparece en un par de momentos, al principio y al final y no suelta ni una frase, pero como este actor no necesita hablar para que nos haga reír, no hay problema. Anjelica Huston interpreta a la madre de los hermanos y tiene una escena estupenda que comparte con ellos, curiosamente también sin diálogo. Como he dicho, tiene poca participación, pero se agradece mucho su presencia.
El mayor acierto de 'Viaje a Darjeeling' es dónde ha sido rodada, proporcionando al espectador imágenes impagables, y el mayor defecto, la autocomplacencia de Wes Anderson, demasiado acomodado en esa exagerada condición de autor genial que ya le han puesto algunos, demasiado veloces en entregar su corazón al primer director que se sale un poco de la norma. Darjeeling no es tan divertida como 'Ladrón que Roba a un Ladrón', ni tan fresca como 'Academia Rushmore', ni tan inteligente como 'Los Tenenbaums', ni tan entrañable como 'Life Aquatic' ('The Life Aquatic with Steve Zissou'). Es la menos interesante, menos divertida y menos jugosa de las películas filmadas hasta el momento por Anderson. A ver qué tal le sale la siguiente.